Hamás nunca
Hamás nunca tú has de hacer
un daño tan infeliz
para que nunca jamás
también te lo hagan a ti.
Quien pudiera detener
Quién pudiera detener
a ese tren que en recto riel
sin detenerse en la esquina
lleva guerra a Palestina
y de Palestina a Israel.
Sin querer reconocer
que guerrear no es solución
y que toda ostentación
de poderío y dominio.
Llevará al exterminio
a dos valiosas naciones
que encendidas por el odio
están al borde del suicidio.
Ojalá que prontamente
un pastor representante
de los poderes divinos
viaje en brioso corcel
hasta el país palestino.
Y también a Israel
con un verbo de amistad
elevando al alto cielo
la bandera de la paz.
Que paren la guerra cruel
que todo el mundo está en ascuas
muy pronto es tiempo de Pascuas
y el tatita Noel.
No pasará a ese lugar
porque no quedan caminos
a llevarle los regalos
a los niños palestinos
ni a los niños de Israel.
Jamás nunca tú has de hacer
un daño tan infeliz
para que nunca jamás
jamás nunca.
Eugenio Verdejo Delgado