Sentencian a 14 años de cárcel a obrero que mató de 16 puñaladas al hijo de su pareja
El Tribunal Oral dictaminó que el acusado fue el autor del homicidio de David Contreras (36), a quien le propinó una de las cuchilladas en el cuello.
El año pasado, en el mes de diciembre, David Eliazar Contreras Mujica (36) se encontraba juntando dinero como cuidador de autos para viajar a Santiago en Navidad, cuando conocería a su hijo que acababa de nacer. Sin embargo, no llegó a ver la cara de su retoño porque lo asesinaron.
El 20 de diciembre de 2022, luego de compartir unos tragos con la pareja de su madre, comenzó una discusión entre ambos, lo que llevó a este último a ir a buscar una pistola y un cuchillo con los que regresó a la casa de David Eliazar para matarlo.
Fernando Alex Castillo Inostroza (45) le propinó 16 puñaladas a la víctima en distintas partes del cuerpo, una de la cuales prácticamente le atravesó el cuello, lo que causó su muerte afuera del domicilio que compartía con su mamá en El Quisco.
Y esta semana el autor de las múltiples cuchilladas fue sentenciado por el Tribunal Oral en lo Penal (TOP) de San Antonio como autor del homicidio de David Contreras a 14 años de presidio, los que deberá cumplir de manera efectiva tras las rejas.
Ataque
El TOP, luego del juicio que llevó adelante el fiscal Francisco Martínez determinó en su sentencia que "conforme a la valoración que se ha hecho de las pruebas rendidas en el juicio oral, es posible dar por establecidos (…) que el día 20 de diciembre del año 2022, aproximadamente a las 20.00 horas, el imputado Fernando Alex Castillo Inostroza, ingresó al domicilio ubicado en pasaje Choapa, comuna de El Quisco, desde el cual sacó a la vía pública a la víctima (…) instancia en que Castillo Inostroza, con un arma cortopunzante tipo cuchillo, y con dolo homicida, le propinó al afectado diversas lesiones".
En el fallo se agregó que dado el ataque la víctima sufrió "un traumatismo torácico mortal, herida punzocortante en la región supraclavicular izquierda (cuello), de una profundidad aproximada de 16 centímetros que le provocó un shock hipovolémico (desangramiento) que le causó la muerte".
Los jueces, Diego Muñoz (presidente), Patricio Acevedo y Mauricio Aguilar, estimaron como concluyentes los testimonios de testigos, entre los cuales había uno protegido, que narraron cómo Fernando Castillo sacó por la fuerza al afectado de su casa, para en la calle propinarle las lesiones. "Tenía un cuchillo que movía de izquierda a derecha (blandiéndolo) y David sólo tenía un palo de escoba", describió quien vio la dinámica del ataque.
También explicó que la víctima cayó al suelo rendido, momento en que su agresor escapó en su vehículo.
"Lo ayudamos (a David) junto con su mamá, que venía llegando a la casa de comprar y lo encontró tendido en la calle. Gritábamos por ayuda, que llegara la ambulancia, pedimos algo para ponerle en el cuello para parar la sangre que no paraba de salirle del cuello. No nos dimos cuenta cuando ya estaba muerto ahí en el mismo lugar" recordó la testigo.
Con ello, se redactó en el veredicto, "los hechos (...) y la participación culpable del acusado se encuentran acreditados en el juicio, principalmente con la declaración de los testigos y de los funcionarios policiales, ratificado por la prueba pericial, aunado a la documental, pericial incorporada mediante su lectura y fotografías exhibidas en la audiencia".
Descartan defensa
La defensa de Fernando Castillo alegó que este actuó en legítima defensa luego que el treinteañero lo atacara primero, por lo que se solicitaba que se le eximiera de culpa.
El tribunal desestimó los dichos del acusado en estrados, quien relató la supuesta dinámica en que tuvo que defenderse de una agresión.
"Estaba (David) como loco, curado, en un momento pescó una pala y me empezó a seguir, yo le decía 'cálmate, cálmate', pesqué un palo porque él me pegó con la pala y me rompió la cabeza (...). Empezamos a forcejear y salimos para afuera a pelear, empezamos a agarrarnos a combos. Me defendí sin tomar (medir) las consecuencias de dónde le enterré esto o esto otro (arma), porque yo me estaba defendiendo", expresó el acusado sin ser creíble.
En el análisis de sus dichos, los jueces resolvieron en el fallo que "es el propio encartado (imputado) quien reconoció expresamente haber agredido a la víctima con un punzón causándole diversas lesiones, una de ellas de tipo fatal, con un elemento corto punzante".
Agregando que "se descartará la tesis de legítima defensa (…), principalmente porque el hecho en que se funda, consistente en la dinámica relatada por el acusado referente a que se habría defendido del ataque de la víctima, forcejeando con ella, que no se condice con el mérito de la prueba de cargo".
El fiscal Martínez había solicitado 15 años de presidio para Fernando Castillo, argumentando que pesaba en su contra el modo de actuar en contra de la víctima, propinándole 16 puñaladas y que este contaba con antecedentes penales, al ser condenado previamente por robo con intimidación.
"Le provocó una herida punzocortante (...) (en el cuello) de una profundidad aproximada de 16 centímetros que le provocó un shock hipovolémico (desangramiento) que le causó la muerte",
veredicto del Tribunal Oral de San Antonio.