Insectos más comunes son los que más están desapareciendo
Estudio alemán analizó y actualizó 106 investigaciones para evaluar la evolución de las distintas poblaciones.
Agencia EFE
Los insectos más comunes, esenciales para la biodiversidad, como los escarabajos, las polillas y los saltamontes, son los más abundantes pero también los que más rápidamente están desapareciendo, según una investigación publicada en Nature.
El trabajo se suma a las señales de alarma sobre la drástica pérdida que se están produciendo en muchas partes del mundo.
"Era obvio que había que estudiar esta cuestión", afirma Roel van Klink, autor principal del estudio y científico del Centre for Integrative Biodiversity Research Halle-Jena-Leipzig de Alemania.
"Teníamos que saber si las observaciones sobre los descensos en la abundancia total de insectos diferían entre especies comunes y raras, y cómo se traducía esto en cambios en la diversidad general de insectos", explica.
Para ello, el equipo elaboró una base de datos sobre comunidades de insectos a partir de datos recogidos durante periodos de entre 9 y 64 años en 106 estudios. Con esta base actualizada, confirmaron que, en conjunto, los insectos estudiados decrecen un 1,5% cada año.
Para entender mejor este patrón, compararon las tendencias de las especies en diferentes niveles y descubrieron que las más abundantes al principio de la serie temporal sufrían un descenso más acentuado -del 8% anual-, mientras que las especies más raras decrecían menos.
Además, advierte que las pérdidas de especies antes dominantes no se compensaron con aumentos de otras, lo que afecta a toda la cadena trófica y a todos los ecosistemas.
"Las redes tróficas ya deben de estar modificándose sustancialmente", advierte Van Klink. Las especies comunes "son superimportantes para todo tipo de otros organismos y para el funcionamiento general del ecosistema".
A su vez, las especies menos abundantes y raras también sufren pérdidas, lo que provoca descensos en especies locales.
El estudio constató una modesta disminución del número total de algo menos del 0,3% anual, lo que indica que, además de las pérdidas significativas de especies comunes, algunas especies raras se están extinguiendo localmente.
Las que ganan son las invasoras que logran establecerse con éxito y que siguen siendo localmente raros y sustituyen a otros insectos antes raros, pero ocasionalmente se vuelven muy abundantes. El escarabajo asiático invasor, ahora común en Europa, América y Sudáfrica, es un ejemplo.
Los autores dicen que hay que seguir investigando para determinar las causas de estas tendencias, aunque creen que el impacto antropogénico, como el cambio climático y la urbanización, son los principales impulsores de la pérdida de biodiversidad.
"Los insectos parecen estar recibiendo un golpe más duro que muchas otras especies a medida que los humanos siguen dominando el planeta", explica Jonathan Chase, autor principal del estudio.
Aunque los resultados del estudio son sorprendentes, muestran tendencias muy sesgadas entre regiones, por lo que deben interpretarse como un fenómeno global. "Los patrones que observamos podrían ser el mejor escenario para cuantificar el impacto real de las personas sobre los insectos", concluye Chase.