La exitosa travesía de los patinadores sanantoninos que se lucieron en torneo en Brasil
Trece niños del club local Dreams Skating, comandados por su instructora Constanza Durán, participaron en la competencia internacional, donde obtuvieron varias medallas de oro y plata.
Muy contentos están los alumnos del Club de Patinaje Dreams Skating de San Antonio, por el excelente resultado que obtuvieron con su participación en el Campeonato Internacional Conesul, que se realizó en el sector de Barra Velha, ubicado a 128 kilómetros de la ciudad de Florianápolis, en Brasil.
La entidad deportiva que fue fundada por la destacada patinadora sanantonina Constanza Durán Salas (26) en 2017, quien es técnico en enfermería nivel superior (Tens) de profesión, nació primero como un taller de verano, sin embargo, producto de la motivación de los niños, continuó con los entrenamientos que se realizan en dependencias del gimnasio José Rojas Zamora (ex-Montemar). Hoy, después de siete años, cosechó este importante logro al conseguir cinco medallas de oro, además de la propia instructora que también compitió por una especial causa y tres preseas de plata, y algunos terceros y cuartos logrados.
Esta entrevista se realizó el mediodía de un sábado con el sol golpeando fuerte sobre las cabezas de los deportistas y sus padres que los observan con admiración y "chochera", mientras los niños, cuyas edades fluctúan entre los 5 y los 16 años, hacen piruetas en la cancha de patinaje del recinto municipal ubicado en Villa Italia, luciendo las medallas con que fueron premiados en el país carioca.
-Constanza, ¿cómo surgió la idea de participar en una competencia fuera de Chile?
-Uno de repente parte con un plan y este se va transformando a lo largo del tiempo. A los niños siempre se les da la posibilidad de competir independiente del nivel, hasta llegar a este año en que me puse como objetivo poder darles la oportunidad a mis alumnos de ir a un campeonato internacional, algo que al inicio nunca habríamos pensado. Se planteó a principio de año, dándole la opción a ciertos alumnos, los que llevan más tiempo y cada familia decidía si iba o no.
-¿Cómo fue la experiencia para los niños?
-Llegamos a ser 13 deportistas los que representaron al club en Brasil, en el Campeonato Internacional Conesul. Fue algo grandioso. Para mis alumnos fue una oportunidad absolutamente enriquecedora, aunque también un poco compleja. Algunos necesitan una mayor preparación y una inversión económica por parte de las familias porque de repente son muy niños y los acompañan los papás, pero salir les sirve para formar carácter, saber enfrentarse a una situación que era un estadio lleno, estar en otro país y creerse el cuento. Siempre trato de inculcar en ellos que confíen en lo que están haciendo y eso a algunos les cuesta más. En Brasil me sorprendió gratamente ver que les sirvió todo lo que hemos entrenado.
-¿De qué se trata el Campeonato Internacional Conesul?
-Es un campeonato de clubes en el que participaron varios países, entre ellos Uruguay, Paraguay, Brasil, Argentina, y hubo muchos clubes de Chile de distintas regiones. Incluso hubo algunos con los que jamás nos habíamos encontrado porque aquí hay varias ligas y van personas desde el norte al sur del país.
-¿Volverán a presentarse en otros certámenes en el extranjero?
-Sí, después de este campeonato surgió mucha motivación de los niños que no lograron ir, de tener ganar de hacerlo el próximo año. Están entusiasmados por tener la experiencia y eso es bueno, en el sentido que sea un campeonato externo y de muchas categorías, desde niños que recién están empezando. Lo complicado es tener los recursos, pero ahí empiezan los beneficios que es algo que surge en todo el mundo del deporte creo yo, porque siempre faltan los recursos económicos.
Cerrar un ciclo
"Conito", como llaman cariñosamente sus amigos y cercanos a Constanza Durán, se alejó hace algunos años del patinaje debido a una enfermedad a las vértebras de la columna. Su retorno fue para enseñar lo que aprendió a lo largo de su destacada carrera deportiva, en la llegó a ser campeona sudamericana. En Brasil se dio una oportunidad que tenía pendiente compitiendo para cerrar un ciclo.
-¿Cómo fue para ti competir nuevamente?
-Fue una cosa personal, más que nada de poder darme la oportunidad que en algún momento no tuve debido a que estuve muy enferma, por lo que no logré terminar mi carrera deportiva en buen estado. Pensé que como íbamos a estar allá (Brasil) sería bonito competir. Fueron muchos recuerdos porque en mi tiempo representé mucho a Chile. El hecho de volver a presentarme, sentir el apoyo, los gritos, y que después me dijeran que salió bonito, fue maravilloso. Además fue importante sentir que lo logré. Solo me queda darle las gracias a mi cuerpo por permitirme hacerlo, porque no todos saben lo mal que estuve.
-¿Qué sientes al poder entrenar a niños?
-Esto es una terapia para mí. Muchas veces me he planteado dejarlo por un tema de tiempo, pero me doy cuenta que quiero seguir en lo que más me apasiona, porque me llena y vibro con el patinaje. Me llena un montón y me hace muy feliz estar inserta en este mundo, donde en las competencias más fuertes hay más tensión e intensidad, en el sentido de que tienen que cumplir con ciertas cosas, respetar el proceso de cada niño porque alguno puede ser más miedoso y piensa que no es capaz. Pero luego es un orgullo verlos patinar.
-¿Cuántas veces entrenan en la semana?
-Dos veces, porque por mi trabajo en el hospital de la Universidad Católica que se ubica en Marcoleta, tengo que hacer turnos, entonces vamos fluctuando con la cantidad de veces. Por la competencia de Brasil tuvimos que tener una preparación aparte, o sea tenían clases extras. Además hubo muchas lluvias, entonces cuando teníamos cancha acá (ex-Montemar) debíamos cambiarnos al Norteamérica y cuando la lluvia es con viento allá también se moja. Fue un proceso complejo en algún momento, pero mis alumnos me sorprendieron y gracias al trabajo duro se pudieron presentar de la mejor forma.
-Pudiste compatibilizar tus tiempos a pesar de que tu trabajo es demandante…
-Sí, asumo que esa es una parte que yo escogí. Me gusta trabajar en el hospital, pero también me gusta dar clases. Sabía que iba a ser un proceso intenso donde muchas veces tenía que salir del hospital, venirme para acá, después volver el mismo día al trabajo. Pasé muchos días viajando a las 5 de la mañana para llegar a trabajar a las 8.00, salía a las 20 horas en la tarde y me venía para poder dar clases al otro día en la mañana. Fue una locura pero sabía que yo había asumido el desafío.
-¿Se hace algún campeonato con las escuelas de San Antonio o de la provincia?
-No se ha dado mucho eso. Casi todos los clubes van en ligas distintas, porque tienen proyecciones diferentes. Creo que tal vez sería bueno hacer una competencia porque somos hartos clubes del litoral. A veces nos hemos topado en algunas ligas, pero sin querer. Son instancias que se podrían hacer para incentivar el deporte más que nada y difundir lo que se está haciendo en patinaje.
Visión de los niños
Algunos de los pequeños deportistas del Club Dreams Skeating hablaron con El Líder sobre su pasión por el patinaje. Florencia Moya, 11 años, cuenta que "llevo entre 6 y 7 años en el patinaje. Partí porque había una serie que estaba de moda y mi hermana también patinaba. Me llamó la atención, pero pensé que iba a ser algo temporal, pero me gustó seguir aprendiendo porque nunca voy a tener un límite de decir hasta aquí llegué, ya sé todo. Aunque vaya a la pista sola, siempre voy a tener el apoyo de mis compañeros".
Su compañera Verónica Rojas, 12 años, relata que "empecé desde chiquitita a patinar porque mi mamá me trajo y con el tiempo me fue gustando. Para mi el patinajes es algo genial y me relaja, me ayuda en la concentración. Fue mi primera vez que salía del país y en la competencia me sentí como si fuera la persona más genial del mundo. Gané el primer lugar. ¿Qué mejor?".
"Esto es una terapia para mí. Muchas veces me he planteado dejarlo por un tema de tiempo, pero me doy cuenta que quiero seguir en lo que más me apasiona, porque me llena y vibro con el patinaje",
Constanza Durán,, instructora
"Fue mi primera vez que salía del país y en la competencia me sentí como si fuera la persona más genial del mundo. Gané el primer lugar. ¿Qué mejor?",
Verónica Rojas, 12 años,, ganadora de medalla de oro