"Lo maté y lo volvería a matar", gritó sujeto detenido por asesinato de obrero
Acusado por el crimen de Mario Meza (56) quedó en prisión preventiva tras su formalización. Testigos relataron que se jactó por ya haber cometido otros dos homicidios.
En avenida La Cantera de El Quisco residentes fueron testigos de cómo se apagó la vida de uno de sus vecinos, quien acababa de ser atacado con un cuchillo cocinero en el pecho.
Cerca de las 19 horas de este jueves una mujer vio toda la dinámica del asesinato de Mario Santiago Meza Barriga (56). Esta le relató a los miembros de la Sección de Investigación Policial (SIP) de Algarrobo, que estuvieron a cargo de las pesquisas, que se encontraba en su casa cuando escuchó una discusión. Al salir vio directamente cuando apuñalaron a la víctima en el pecho. Incluso alcanzó a sujetar al herido antes de que cayera al suelo, mientras este le decía "me falta el aire".
Luego, relató la mujer a la policía, "(el imputado) gritó 'lo maté, lo maté y lo volvería a matar'", para luego forcejar con el acusado para quitarle de la mano un hacha con que pretendía rematar a Mario Meza. Recordó que el individuo vociferaba "soy choro, tengo dos homicidios más", intentando quitarle la herramienta para volver a herir al afectado, acción que la vecina impidió mientras pedía ayuda.
Ayer, en la audiencia de formalización de cargos en contra del detenido por el homicidio, identificado con las iniciales D.I.V.A. (40), el fiscal Ricardo Méndez reveló el testimonio de otra residente del sector La Cantera, quien dijo que vio un auto marca Nissan V16 negro del cual se bajó el agresor en calle Ojos del Salado.
"La testigo narra que escucha a una vecina pidiendo ayuda y que le decía a un sujeto 'ándate ctm', porque le quería quitar un hacha y este respondía 'lo voy a rematar' (a Mario Meza)", expuso el persecutor.
Tras el ataque D.I.V.A. escapó del lugar en el mismo Nissan negro junto a otros individuos, mientras que en la población todos le prestaban ayuda al lesionado.
Cuando llegó personal del Sapu del consultorio de El Quisco, Meza Barriga se encontraba inconsciente, siendo trasladado de inmediato a ese centro asistencial, donde ingresó sin signos vitales.
Según el informe del Servicio Médico Legal, el hombre presentaba una herida punzopenetrante en la parte superior izquierda del tórax que provocó su deceso, junto a otras dos lesiones en la cara y en un brazo. La causa basal de la muerte fue catalogada por facultativos como un 'homicidio con arma blanca' y que su fallecimiento fue prácticamente instantáneo.
D.I.V.A. fue detenido por carabineros de la Subcomisaría de El Quisco, con apoyo de personal de Seguridad Ciudadana del municipio quisqueño esa misma tarde, afuera del terminal de buses de Turbus, ubicado en calle Isidoro Dubournais, donde se presume pretendía tomar locomoción para salir de la zona.
En ese lugar un grupo de personas que lo venían siguiendo tras el ataque, lo linchó, propinándole golpes en diferentes partes del cuerpo, momento en que se le cayó desde su ropa un cuchillo, que sería el arma mortal. Esta fue incautada como medio de prueba y será sometida a análisis para detectar huellas y sangre.
Condenas
En la audiencia en el Juzgado de Garantía de San Antonio, en que estuvo presente Diario El Líder, el fiscal Méndez solicitó que D.I.V.A. fuera dejado en prisión preventiva por ser su libertad un peligro para la sociedad, instancia en que reveló que el sujeto tiene antecedentes penales por el mismo delito de homicidio.
Expuso que fue condenado en 2015 por un asesinato que cometió en 2014 y que también fue sentenciado en 2021 por otro homicidio, sin que se detallara por qué se encontraba en libertad. Esto constituye el agravante de reiteración específica del ilícito.
Además mantiene dos causas vigentes por violencia intrafamiliar.
Legítima defensa
El defensor del individuo se opuso a la medida cautelar, argumentando que D.I.V.A. actuó en legítima defensa luego de ser atacado por un grupo de sujetos en la vía pública, presentando lesiones en su cuerpo debido a ello.
Esto fue descartado por el juez Alejandro Lobos, quien estimó que "sus propios dichos a viva voz sobre que tenía dos homicidios y que era choro desvirtúan esta legítima defensa".
Así, decretó que el individuo fuera enviado a la cárcel por un plazo de 100 días.
En tanto, hasta ayer no se tenía certeza de cuál fue el motivo de la rencilla entre el acusado y la víctima.
Se conocía tan sólo que varios testigos que viven en el sector La Cantera dijeron que Mario Meza era quisqueño y un buen vecino y que, por el contrario, todos tenían problemas con el detenido, que llegó desde Santiago y que protagonizó distintos hechos de violencia, como peleas y robos.
"Soy choro, tengo dos homicidios más",
una de las frases que habría proferido el imputado tras cometer el crimen