A los 102 años falleció Olga Fernández, hija ilustre y fundadora del café Juanita
Está siendo velada desde ayer en el salón velatorio de la funeraria Belén de Barrancas, a pocos metros de su emblemático establecimiento. Hoy será despedida con una ceremonia en la parroquia Santa Luisa de Marillac.
Una parte de la historia de San Antonio ha dicho adiós. Olga Fernández Abarca, fundadora del restaurante Juanita de Barrancas y del café Juanita de Barros Luco, falleció la tarde del viernes a los 102 años.
Su deceso se produjo por complicaciones de una neumonía que contrajo en diciembre pasado. Hasta entonces, y a pesar de tener más de un siglo de vida, mantenía parte de la vitalidad que la caracterizó en vida.
"Fue muy independiente hasta hace unos años, cinco o seis, cuando le dio un accidente vascular. Siempre fue muy sencilla, muy trabajadora y esforzada", comentó su sobrina Olga Abarca.
Ella, junto al resto de su familia, la acompañaron hasta el último respiro. "Estaba en la casa, rodeada de todos sus queridos cuando falleció. Se fue apagando como una velita", agregó.
Su deceso se produjo alrededor de las 4 de la tarde, pero el histórico café ubicado frente al municipio se mantuvo abierto hasta las 21 horas, en su horario habitual.
"Ella fue siempre tan trabajadora, que mantenerse funcionando fue el mejor homenaje", indicó.
Ayer, sin embargo, se mantuvo con las cortinas cerradas. Lo mismo pasó a unos pocos metros, en el restaurante Juanita de calle Antofagasta, que también floreció bajo su cuidado.
"El comercio es algo en lo que se destacó y la gente de San Antonio la recordará por eso. En su pieza tenía los trofeos y reconocimientos que le entregaron. El municipio, cuando estaba la señora Lucía (Menares) como alcaldesa, le entregó un premio en el Día de la Mujer, y después, cuando estaba don Omar (Vera) fue hija ilustre", recordó.
Hija ilustre
En abril del 2015, cuando la comuna celebraba su aniversario 121, el concejo municipal decidió nombrarla como hija ilustre de San Antonio.
En aquella oportunidad, concedió una entrevista a Diario El Líder, donde contó parte de su historia.
"Fue en 1955 cuando comencé a vender almuerzos y comida chilena en el restaurante Juanita, que estaba ubicado en la calle Antofagasta 182. Era un local chiquitito con 10 mesas y como ya tenía ese nombre lo dejé igual. Se me presentó la oportunidad de que tenía unos pesos y empecé arrendando. Ofrecía arrollado de malaya, cazuelas, conejo escabechado. Yo partí con la gente obrera que trabajaba en el puerto", contó.
Confidenció que las recetas de cocina las aprendió de su madre María Raquel Abarca, con quien compartía este oficio. Quince años más tarde, a fines de 1970, abrió otro local en la avenida Barros Luco. Hoy ambos son parte de la historia de San Antonio.
En dicha entrevista, Olga Fernández, agradeció el cariño de los sanantoninos.
"Yo quiero mucho a mi pueblo", manifestó.
Ayer, recordando su historia, su sobrina reiteró que su tía "estaba muy agradecida de la gente y del cariño. Tenía muchas distinciones, de la Cámara de Comercio también, porque fue una gran comerciante".
- ¿Cómo cree que la recordarán las personas que la conocieron o qué deberían saber las personas que a lo mejor no tuvieron la suerte de conocerla?
-Que era una mujer muy trabajadora. Ese siempre fue su norte. Era una mujer muy cariñosa con su familia, no tuvo hijos, pero dijo que estaba agradecida de Dios por sus sobrinos. Creo que a ella también le gustaría ser recordada por eso, por su sencillez, por ser trabajadora.
FUNERAL
Olga Fernández Abarca está siendo velada desde ayer en el salón velatorio de la funeraria Belén de Barrancas, a pocos metros de su emblemático establecimiento.
Hoy, siempre en su querido Barrancas, será despedida con una ceremonia religiosa en la parroquia Santa Luisa de Marillac a las 10 de la mañana.
Desde allí el cortejo fúnebre la llevará hasta el cementerio Parque del Sendero de Llolleo, donde será sepultada.
"Era una mujer muy trabajadora, ese siempre fue su norte (...). Creo que a ella también le gustaría ser recordada por eso",
Olga Abarca,, sobrina.