Cómo salvar a Algarrobo
Perplejo he quedado al verificar cómo Algarrobo ha sido tomado por el comercio ambulante, carteristas, expendio de comida al paso, sin permiso sanitario alguno, como se toman las calles y estacionan autos en cualquier parte.
Pero también, hemos visto como las playas de la comuna son la mejor discoteca al aire libre, donde no se respeta el distanciamiento social, donde hay consumo de alcohol y droga y como no se controla al acceso de las playas en donde personas ingresan con cajas, sí cajas de bebidas alcohólicas para consumir y hacer picnic en las playas.
Hay que reconocer que se ve personal de seguridad municipal, en una acción subsidiaria a la seguridad pública, que el estado encarga a las policías, pero no veo control de quien corresponde en las playas, que no son precisamente las policías a quien se suele criticar, si no a la policía marítima, tienen un tenue actuar.
Por otra parte, nunca he visto a gente de Senda, transporte controlando buses, Impuestos Internos por la evasión tributaria del comercio ambulante.
¿Será posible que se mejore la sincronización de semáforos, para reducir congestión vehicular o que alguien se haga cargo de ello, pues los denominados tacos son aberrantes, originados por un semáforo que está en la salida norte y por la mala política de permitir estacionar en carlos Alessandri, donde aumenta la densidad vehicular en verano?
Efectivamente en Algarrobo hay más botillerías que cesfam o farmacias o que sedes vecinales, la prevención situacional debe ser prioritaria, para una comuna tan bella.
Por qué no imitar los buenos ejemplos, como Santo Domingo, Cachagua o Zapallar, donde no se permiten quioscos en las playas, no se permiten carpas. ¿Se imagina Canelillo, una playa de ensueño, sin esos negocios, que no pueden preparar alimentos, pero sí lo hacen, que no aportan a hermosear el entorno y la naturaleza?
Sin control, no hay sanción y sin ello no hay prevención y nos volvemos en un territorio anómico.
Si no ponemos atajo o se pone atención luego, mañana será muy tarde.
Ánimo para el alcalde que no tendrá una tarea fácil.
Héctor Sandoval
vecino de Algarrobo