Falleció Orlando Aravena, exDT de Chile a fines de los ochenta
Fue el técnico de la selección subcampeona de la Copa América 1987. Su carrera quedó marcada por el Maracanazo en Brasil. Iván Zamorano lo recordó.
Nicolás Labra G.
Ayer, a los 86 años, falleció el exentrenador de la Selección Chilena, Orlando Aravena. La noticia fue revelada por el Colegio Profesional de Entrenadores de Fútbol de Chile en sus redes sociales. "Aravena, tuvo una dilatada trayectoria en el balompié criollo, primero como futbolista en clubes como Magallanes, La Serena, Palestino, Colo Colo y Ñublense, para luego dedicarse a su labor como DT", destacó la entidad sobre el técnico que estaba hospitalizado y sufría complicaciones derivadas del Alzheimer.
Como entrenador dirigió a Colo Colo, Audax Italiano, O'Higgins, Unión Española, Rangers, Everton y Palestino, mientras que en 1987 dio el salto a la Selección Chilena, con la que alcanzó la final de la Copa América ese año que se perdió 0-1 con Uruguay.
En esa edición Chile avanzó como líder del Grupo B al vencer a Venezuela y Brasil en los duelos disputados en Córdoba, Argentina. Recordada es esa goleada 4-0 del 3 de julio de 1987 sobre los brasileños, con dobletes de Ivo Basay y Juan Carlos Letelier. Un equipo potente que en sus filas tenía además a Roberto Rojas al arco, comandado en la defensa por Fernando Astengo, un mediocampo con Jaime Pizarro, Patricio Mardones y Jorge Contreras, con Basay y Letelier más Iván Zamorano en la banca.
Fue "Bam-Bam" uno de los que despidió a Aravena. "Descanse en paz profe", y añadió: "Gracias por creer en mí y cumplir mi sueño de jugar por Chile".
Sobre el cuadro de 1987, Pizarro, ministro del Deporte, señaló que "era una buena Selección, recogía la experiencia de Cobreloa, Universidad Católica sumaba jugadores de nivel", y como técnico lo definió diciendo que "lo recuerdo por su calidez, su simpleza, por reconocer atributos de manera muy rápida en los jugadores".
Al final, su carrera se vería marcada por el Maracanazo, el episodio ante Brasil del 3 de septiembre de 1989, donde la Selección dejó la cancha cuando Rojas simuló ser golpeado por una bengala, lo que le valió un castigo a perpetuidad al exportero, mientras que Aravena fue castigado sin entrenar nunca más a nivel internacional y cinco años en el ámbito local. El último club que dirigió fue Santiago Morning en 2006.