Jesús Farías Silva

El párroco de San Antonio, Vicente Véliz, destacó la alta participación de la comunidad católica en Semana Santa, que estuvo cargada de actividades para conmemorar la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. También hubo momentos para recordar y pedir por la comerciante Margarita Farías, quien fue asesinada en febrero pasado en la comuna.

Véliz recordó que "las celebraciones de Semana Santa, que se iniciaron con el Domingo de Ramos, que atrajo a unas mil personas a la Parroquia de San Antonio, estuvieron concentradas en los días jueves, viernes y sábado por la noche. Estos tres días son conocidos como el Triduo Pascual, donde se conmemora la pasión, la muerte y la resurrección del Señor".

Destacó que el jueves "pese a los cortes de carretera por las tomas de San Antonio, la parroquia de San Antonio recibió a unas 200 personas en la Misa de Cena del Señor".

Agregó que "en ella se repite el gesto de lavar los pies, que estuvo protagonizada por un grupo de 12 varones de la comunidad de madrugadores. Luego de la misa hubo una hora de oración, con un ambiente bellamente preparado".

El párroco explicó que el Viernes Santo, cuando "se conmemoran los últimos momentos de Jesús, desde el juicio de Pilatos, la crucifixión, la muerte y la puesta del sepulcro, los fieles de la parroquia de San Antonio se reunieron para la celebración de la Liturgia de la Pasión en el templo parroquial y luego la tradicional caminata recordando, en 14 estaciones, los momentos de Cristo, camino a la Cruz (Vía Crucis)".

"La concurrencia se hizo notar en la participación, preparando sus altares, que fueron bendecidos al paso de la procesión. Especial momento se vivió en la casa de Margarita Farías, cruelmente asesinada en calle Centenario. Los vecinos se esmeraron en preparar el frontis de su casa, la que aún tiene el lienzo pidiendo justicia y las fotografías de su rostro en vida", prosiguió.

Más adelante, el Sábado Santo, se vivió el "gran silencio después del Vía Crucis del viernes" y "se vuelve a la esperanza con la vigilia pascual, que se realiza una vez oculto el sol".

"Alrededor de unas 700 personas participaron de esta gran misa que comenzó a las 20.30 horas para terminar a las 22 horas con un saludo de Pascua y un tradicional huevo de chocolate", manifestó.

Finalmente, reflexionó que "como párroco, me resulta esperanzador saber que el trabajo de 10 años en la parroquia comienza a brotar con fuerza. Es la respuesta de los fieles que va confirmando que ese es el camino".

"Deseo, por tanto, agradecer a tantos colaboradores que incluso a modo de Jesús, renunciaron a vivir una Semana Santa en silencio para ponerse y disponer de todo lo necesario para tantos que se están animando a volver a la Iglesia", subrayó.

"Invitar a hacerse parte de la Iglesia, cada uno poniendo lo mejor de sí. Eso anima a los que hoy están al frente de las comunidades, del sacerdote. Ustedes no se imaginan el bien que hacen con su presencia. Aunque cada celebración es intensa, verles contentos, agradecidos y llenos de Dios, con deseos de volver, hace que el agotamiento se atenúe", cerró.

700 personas participaron el Sábado Santo en liturgia de Pascua de Resurrección.