Fumar vapeadores eleva el riesgo de insuficiencia cardíaca
Estudio identificó que quienes habían consumido cigarrillos electrónicos en algún momento tenían 19% más de probabilidades de desarrollar la afección.
Agencia EFE
Fumar cigarrillos electrónicos aumenta el riesgo de sufrir insuficiencia cardíaca, según uno de los mayores estudios realizados hasta la fecha y que fue presentado en la Sesión Científica Anual del Colegio Americano de Cardiología, en Estados Unidos. El tamaño de la muestra y el gran número de datos del informe respaldan esta afirmación y demuestran que esta relación debe estudiarse con urgencia.
La insuficiencia cardíaca es una enfermedad en la que el corazón se vuelve demasiado rígido o débil para bombear la sangre, lo que suele provocar síntomas debilitantes y hospitalizaciones frecuentes, sobre todo, a medida que se envejece.
Los productos electrónicos de nicotina, como los cigarrillos electrónicos, los vapeadores o las pipas electrónicas, suministran nicotina en forma de aerosol sin combustión y desde que comenzaron a comercializarse a finales de la década de 2000 se han presentado a menudo como una alternativa más segura al tabaco.
Pero "cada vez más estudios relacionan los cigarrillos electrónicos con efectos nocivos y descubren que podrían no ser tan seguros como se pensaba", avisa Yakubu Bene-Alhasan, del MedStar Health, autor principal.
La investigación se basó en datos y registros sanitarios electrónicos de 'All of Us', un gran estudio estadounidense dirigido por los Institutos Nacionales de Salud diseñado para analizar la relación entre los cigarrillos electrónicos y los nuevos diagnósticos de insuficiencia cardíaca.
Con una muestra de 175.667 participantes (con una media de edad de 52 años), el estudio constató que 3.242 de ellos desarrolló insuficiencia cardíaca en un periodo medio de seguimiento de 45 meses. También se descubrió que las personas que habían consumido cigarrillos electrónicos en algún momento tenían un 19% más de probabilidades de desarrollar esta patología en comparación a los que nunca los habían hecho.
Para calcular esta proporción, lse tuvo en cuenta diversos factores demográficos y socioeconómicos, y otros factores de riesgo de cardiopatía y el consumo anterior y actual de otras sustancias, como alcohol y tabaco.
Los resultados concuerdan con estudios anteriores realizados en animales, que apuntaban que el consumo de cigarrillos electrónicos puede afectar al corazón de forma relevante.