Patricia Iturbe Bravo

La vida de Manuel Ramírez Román (65 años) ha sido de constante sacrifico. Por largos años fue vendedor ambulante de pescado ahumado y moteméi. Estudió hasta octavo básico y abandonó el colegio para comenzar a trabajar y apoyar económicamente a su familia. Pero, según explica, las experiencias de la vida lo llevaron a lograr lo que hoy tiene. "Todo el sacrificio bien valió la pena", asegura con convicción.

Hace 19 años, cansado de recorrer las calles, logró instalarse con "Tentación", un emprendimiento familiar apoyado por su mujer, Mireya Utreras, y sus hijos Fabiola, Lorena y Danilo.

Hoy día, el Tentación (Facebook: Tentación Tentación) se ha convertido en un asiduo salón de eventos y centro social, epicentro de la juerga barranquina que cada fin de semana congrega a más de un centenar de parroquianos en calle Maestranza 204, casi esquina Lautaro.

Su compañera de toda la vida, Mireya, es la encargada de la cocina del local, y de sus hijos, Fabiola es garzona y Danilo es cantante, mientras que la del medio, Lorena, los surte con verduras frescas. Todos tienen relación con el emprendimiento.

"Fui comerciante ambulante por muchos años. Vendí helados, pescado ahumado y moteméi, especialmente en Matanzas o El Yeco, porque eran muy buenas plazas en esos años. Primero arrendaba una pieza hasta que logré comprar un quiosco rodante y me movía vendiendo mis productos. Fui pionero en la venta callejera, después me siguió mi papá, pero él vendía aquí en la ciudad. Cuando ya me casé, mi señora puso un videoclub en la casa, pero cuando nace el cable, murió el negocio y lo transformamos en un almacén, así también ella podía hacerse cargo de los niños que eran bien chicos en ese tiempo, mientras yo andaba vendiendo", recuerda y agrega que en aquella época la familia vivía en el sector 30 de Marzo, donde Manuel Ramírez fue presidente de la junta de vecinos.

"Fui dirigente por muchos años, conozco mucha gente de ese sector que es muy querido para mí, fueron años muy felices los que pasamos ahí. Pero, por motivos del trabajo, para estar mas cerca del local, nos fuimos a vivir a calle Patria, en el centro de Barrancas, primero arrendando y luego compramos algo propio", explica.

¿Cómo nace la idea de establecerse con un negocio familiar?

-Conforme iba pasando el tiempo y pensando en el futuro, comenzamos en familia a planear qué hacer, además se comenzó a penalizar el comercio ambulante, así que se hizo más difícil todo. Una de mis hijas dijo 'por qué no hacemos un lugar bailable, un lugar familiar donde poder divertirse que no existe en Barrancas'. En ese tiempo, al igual que ahora, el movimiento se concentraba en San Antonio o en Llolleo, Barrancas siempre fue más tranquilo, pero faltaba ese lugar familiar que congregara a gente de cierta edad. Comenzamos como salón de baile y se sumó lo de restaurant cuando nos entregaron la patente que lo autorizaba.

En septiembre de este 2024, el Tentación cumple 19 años y, de acuerdo con lo que señala su fundador, no ha sido fácil mantenerlo.

"Este sector es muy tranquilo y no había este tipo de locales por lo que la gente estaba acostumbrada a ir a San Antonio o Llolleo. Fue muy difícil y sacrificado, pero tuve buenos amigos que me apoyaron económicamente en un comienzo. Costó, pero poco a poco hemos ido fidelizando a nuestros clientes, ellos no fallan. Todos nuestros clientes son amigos entre ellos, y cada fin de semana se reencuentran en este local", asegura, añadiendo que lograron lo que se propusieron: "convertirnos en un punto de encuentro para todos aquellos que buscan diversión y buena música en un espacio seguro".

Jarana

Durante la semana, el Tentación es un restaurant para almorzar que se transforma los viernes en la noche con el karaoke, la animadora María Véliz y los concursos; mientras que los sábados, a partir de las 22 horas, la orquesta Kali Tropical anima las noches de todos los que llegan en busca de diversión. En los intermedios es el turno de Luigi El Solitario, Luis Urra, ex vocalista de la Sonora San Antonio, y de Danilo Daniel, cantante e hijo de Manuel Ramírez. La música está dirigida a un público que va desde los 45 o 50 años en adelante.

"El viernes hay karaoke y el sábado la orquesta Kali Tropical hace bailar a las más de 150 personas que llegan cada fin de semana y que no paran hasta pasadas las 4 de la mañana. Nuestros artistas están dirigidos a un público adulto, ese que busca cumbia retro, la antigua, como Sonora Palacios o Tommy Rey", explica Ramírez.

Afirma que tienen un público muy respetuoso, no se admiten personas en estado de ebriedad y cuentan con tres guardias para mayor seguridad en el local. Las reservas se hacen por WhatsApp al +56 956481410 y nadie entra si no está en la lista de clientes anotados en la entrada. "Es para mayor seguridad nuestra y de nuestros clientes", dice Ramírez.

La orquesta

Desde su apertura, el Tentación cuenta con la alegría y entretención de Kali Tropical, la orquesta que ha cambiado solo a un par de trompetistas en estos 19 años. Cada martes los músicos se reúnen a ensayar en el local su repertorio que incluye desde los ritmos más bailables hasta grandes y reconocidos éxitos.

"Ellos ya conocen a la gente que viene y le dan la música que piden. Recuerdo que cuando comenzamos, lo recaudado solo alcanzaba para pagar la orquesta y la hemos mantenido porque hacen un espectáculo de otro nivel", manifiesta el excomerciante ambulante.

También traen artistas locales y nacionales y Ramírez asegura que "estoy casi a la par con el casino en cuanto a músicos, muchos han venido acá primero y después los traen ellos".

En un ambiente acogedor y festivo, este local se convierte en el lugar perfecto para celebrar cualquier ocasión especial, como un cumpleaños, despedidas o simplemente una noche de diversión entre amigos.

"Celebramos todo tipo de eventos, pero sin dejar fuera a nuestra fiel clientela. Hacemos un espacio físico donde pueden divertirse y bailar, siempre respetando a mis clientes que son los habituales", aclara.

Pero la diversión no solo se limita a la música y el baile, ya que la atención en el Tentación es de lunes a sábado al almuerzo, entre las 12 y 16 horas con una carta dirigida a la gente trabajadora, con menús contundentes y precios convenientes. Los viernes y sábado las puertas se abren entre las 22.00 y 4.30 de la mañana.

"Hacemos un gran esfuerzo por inyectar alegría y energía a la comunidad. Nuestra misión es ser un punto de encuentro para todos aquellos que buscan diversión, música contagiosa en un ambiente festivo y dejar atrás las preocupaciones y disfrutar al máximo. Los esperamos para bailar toda la noche", cierra Martínez.

"Fui comerciante ambulante por muchos años. Vendí helados, pescado ahumado y moteméi, especialmente en Matanzas o El Yeco, porque eran muy buenas plazas en esos años",

Manuel Ramírez Román

"Nuestros artistas están dirigidos a un público adulto, ese que busca cumbia retro, la antigua, como Sonora Palacios o Tommy Rey",

Manuel Ramírez