Piden prisión para técnica en enfermería de clínica acusada de traficar fentanilo
Fiscalía entregó detalles de la detención de la mujer de 29 años que era investigada por Carabineros por la venta del fármaco sustraído desde centro de salud.
Esta jornada la Corte de Apelaciones de Valparaíso resolverá si la técnico en enfermería de 29 años que fue detenida este lunes en la clínica donde trabajaba por una investigación en su contra por tráfico de fentanilo será enviada a la cárcel en prisión preventiva.
La fiscalía solicita que la trabajadora del centro asistencial privado de San Antonio sea puesta tras las rejas por ser un peligro para la seguridad de la sociedad, luego que una investigación del grupo antinarcóticos OS-7 de Carabineros determinara que se estaba dedicando a la comercialización de dicha sustancia que causa un grave efecto en la salud de las personas.
Indagatoria
Ayer el fiscal Juan Carlos Catalán formalizó en el Juzgado de Garantía de San Antonio a la técnico en enfermería de nivel superior (Tens) por los delitos de tráfico de drogas y hurto agravado, dando a conocer la investigación que llevó adelante la policía.
Detalló que Natalia C.B. estaba siendo indagada desde febrero pasado, cuando Carabineros, en coordinación con la unidad Sistema de Análisis Criminal y Focos Investigativos (Sacfi) de la fiscalía local, obtuvo información que indicaba que "una tens" estaba vendiendo fentanilo en la comuna.
Luego de diversas diligencias efectuadas durante tres meses, los uniformados lograron conseguir un teléfono de contacto de la mujer, con lo cual comenzó la recopilación de hechos que podrían ser delictivos y que devinieron en el arresto de la trabajadora.
"El 29 de febrero de 2024 (año bisiesto) toman (los policías) contacto con ella porque tenía fentanilo a la venta, comprándole luego dos ampollas de este", detalló el fiscal Catalán.
Agregó que esto se realizó bajo la técnica policial de agente revelador, en que un carabinero se hizo pasar por un comprador para reunirse con la técnico en enfermería para la transacción. Entonces, le compró ampollas de la sustancia usada para procedimientos quirúrgicos a 15 mil pesos el frasquito de vidrio.
Este precio, se presume, lo habría puesto la mujer con desconocimiento de cuánto vale en el mercado negro, pues en el norte del país se descubrió una venta de un frasco de 10 ml (mililitros) en 11 millones de pesos.
Esta misma diligencia con un policía infiltrado se repitió otras dos veces. En una de ellas se reunieron en la plaza de Armas de San Antonio, hasta donde la investigada llegó vestida con el característico uniforme clínico de color celeste.
Con estas transacciones que fueron grabadas disimuladamente en audio o video -con autorización del tribunal- el OS-7 estableció el lugar de trabajo de la mujer, en la Clínica Intermedical de calle Luis Reuss, como su dirección en la parte alta de Llolleo.
Recetas
Además, en la investigación dejó al descubierto que Natalia C.B. no sólo se estaba dedicando al tráfico de fentanilo, puesto que también vendía otras sustancias de uso médico como ampollas de midazolam, un fuerte inductor del sueño, y de recetas médicas para la adquisición de fármacos controlados.
El informe policial indica que la trabajadora de la salud vendía en 10 mil pesos la receta médica en blanco de un talonario que había sustraído a un doctor de San Antonio y que les indicaba a sus "clientes" cómo completarlas para que le vendieran el remedio que quisieran en cualquier farmacia.
"El 15 de marzo el agente revelador acudió al talud 21 de Mayo donde se efectuó la venta de la receta retenida (…) que extrajo de su bolso. En esa ocasión le señala al agente cómo adquiría las ampollas de fentanilo, pues le dice que en la semana tendría pacientes clínicos y que podría sacarlas de la bóveda de la clínica, por lo que tendría a la venta", aportó el persecutor.
El último anzuelo se le colocó este mismo lunes a la imputada, que se reunió afuera de la Clínica Intermedical para entregar una ampolla de fentanilo y otra de midazolam al carabinero encubierto, tras lo que se generó el operativo policial en que se intervino el centro asistencial para detenerla.
Al mismo tiempo se efectuó un allanamiento al domicilio de la acusada.
Al momento de ser arrestada, detallaron de la fiscalía, la mujer no mantenía en su poder más ampollas de fentanilo, pero se le encontró en un cajón un talonario con 21 recetas médicas en blanco y un timbre de un gastroenterólogo.
También se le incautó de su casa una balanza digital.
Prisión
El fiscal Juan Carlos Catalán solicitó que la mujer fuera puesta en prisión preventiva por "el gravísimo daño que esta droga puede causar a la salud de la población (…), cuya ingesta puede provocar la mortalidad".
Especificó que esta sustancia, según informes elaborados para la fiscalía nacional, es 100 veces más fuerte que la heroína y que su dosis es medida en microlitos. Una ampolla de 2 milímetros equivale a 2.000 dosis.
Además, en Chile ya se ha detectado que el fentanilo es mezclado con "tussy" o ketamina, lo que generaría un efecto aún más nocivo en la salud.
En la audiencia también se reveló que la imputada mantiene antecedentes penales por un robo en lugar no habitado.
Finalmente, el abogado del Ministerio Público expuso que la imputada incurrió en hurto agravado por el robo de las recetas médicas y que el tráfico fue cometido con el agravante de ser realizado en un centro de salud.
En tanto, el defensor Héctor González reclamó que su representada estaba siendo acusada exageradamente por tráfico de drogas, siendo que sólo se habían recuperado cuatro ampollas de fentanilo y que sólo se podía acreditar que vendió dos recetas médicas en blanco a los policías encubiertos, por lo que tampoco se le podía cargar el hallazgo de los otros 21 documentos incautados, por lo que no incurriría en hurto agravado.
"La prisión preventiva es una medida desproporcionada. No se le encontró drogas en su poder al ser detenida en un procedimiento que contó con todos los funcionarios del OS-7 y del Gope y con prensa", dijo González, quien pidió que se dictara la medida de arresto domiciliario total a la técnico en enfermería.
El juez Felipe Contreras estuvo de acuerdo con la defensa y recalificó el delito por microtráfico de drogas y un hurto simple, por lo que enviarla a la cárcel, dijo, era una medida desproporcionada. Dictó el arresto en su residencia de Llolleo alto.
Sin embargo, el fiscal Juan Carlos Catalán presentó un recurso verbal ante la Corte de Apelaciones de Valparaíso para que revise la causa y los antecedentes para que se revoque la decisión del juez de Garantía.
El tribunal de alzada discutirá el caso esta jornada. Hasta entonces la imputada estará privada de libertad.
Ayer el Tribunal de Garantía autorizó realizar pesquisas al celular incautado a la detenida el lunes pasado.
"Le señala (acusada) al agente (policial encubierto) cómo adquiría las ampollas de fentanilo, pues le dice que en la semana tendría pacientes clínicos y que podría sacarlas de la bóveda de la clínica, por lo que tendría a la venta",
fiscal Juan Carlos Catalán
"Es un gravísimo daño que esta droga puede causar a la salud de la población (…), cuya ingesta puede provocar la mortalidad",
fiscal Juan Carlos Catalán
4 ampollas de fentanilo y una de midazolam fueron decomisadas por carabineros del OS-7.
3 transacciones entre la acusada y un policía encubierto se realizaron durante la indagación.