El abogado cartagenino que cambió los tribunales por el servicio público
Osvaldo Cartagena García decidió hacer un alto en su carrera profesional para enfocar sus esfuerzos en servir a la comunidad. Su desafío es llegar a la alcaldía de Cartagena.
Osvaldo Cartagena García tiene 47 años, es abogado de profesión y a lo largo de su vida siempre ha tenido un profundo interés por la justicia social y la defensa de los derechos de las personas. Está casado con María Paz Rubio, su gran compañera que le ha brindado apoyo incondicional, y tiene tres hijos: Vicente (16), León (9) Laurita (4).
Su interés por aportar a construir una vida más digna para la comunidad floreció desde muy joven, desde cuando recorría las calles de su amada comuna de Cartagena, y observaba que existían enormes carencias en las personas, "producto de las grandes desigualdades que posee el país", afirma.
Este abogado trae el servicio público en su ADN. Su padre, Osvaldo Cartagena Polanco, fue alcalde de Cartagena, y en su familia, también conformada por su madre, Laura García Pailamilla, y sus cinco hermanos, Pablo, Vanessa, Karen, Andrés y Jesús, siempre se preocuparon por inculcarles valores como la solidaridad y la responsabilidad.
Educado en las escuelas locales, cursó la enseñanza media en el liceo Poeta Vicente Huidobro de Cartagena, donde su vocación por defender los derechos de los más vulnerables se comenzó a consolidar.
Esta pasión lo llevó a estudiar Derecho, convencido de que podía ser un agente de cambio en la sociedad. Tras un paso en el ejercicio de su profesión por materias de derecho civil y familia, se especializó en temas de infancia y defensa de derechos, sin perder de vista su vocación por la igualdad y la justicia social.
Al servicio público
En medio de la pandemia del covid-19, Osvaldo Cartagena se replanteó su vida y en 2021 tomó la decisión de ingresar al servicio público, asumiendo el cargo de director de Desarrollo Comunitario de El Tabo, bajo la administración del alcalde Alfonso Muñoz, de quien declara haber "aprendido la importancia de escuchar a los vecinos y poner sus necesidades como prioridades".
Esta experiencia atesorada e iniciativas que han sido exitosas en la comuna tabina, como la implementación del Programa Acceso a la Justicia, Inclusión y Discapacidad y el servicio de buses de acercamiento municipal, gatillaron la idea de ofrecer sus conocimientos y capacidades al servicio de su natal comuna de Cartagena, como candidato a alcalde en las próximas elecciones de octubre.
"Después de un período de reflexión, en que amigos, conocidos de mi familia y vecinos de toda la vida me llamaron y me hicieron saber que emprendiera este desafío, decidí hacerlo por el cariño que le tengo a la comuna, por haber estudiado mi básica y mi media en la comuna, por haber vivido ahí toda mi vida. Además, las raíces familiares con Cartagena me han hecho definirme y asumir esta responsabilidad, poniendo por delante las ganas y mi deseo de trabajar por una mejor comuna", aseguró.
-¿Cree que mejoran sus opciones ahora que el alcalde Rodrigo García no va a reelección?
-Cuando uno emprende un desafío como este no piensa mucho en quiénes son los contrincantes. En realidad, todas las personas que aspiren al cargo, tendremos que someternos al escrutinio de las cartageninas y cartageninos y ellos definirán quién es el mejor para llegar a la alcaldía. Yo confío en mi criterio, en mis capacidades y en la gente de Cartagena, la que va a saber elegir a la persona adecuada, con más ideas y con mayor arraigo con el territorio.
-¿Cuáles serán las prioridades de su gestión en caso de llegar a la alcaldía?
-Uno de los principales problemas es la seguridad pública. Las vecinas y vecinos me han planteado y creo que todos estamos de acuerdo, en que este tema se ha desbordado y es necesario generar estrategias que permitan devolver la tranquilidad a la familia cartagenina. Un tema ligado a la seguridad es el turismo y la activación económica, ya que ha incidido en una baja sostenida en los ingresos del comercio, las pymes, los emprendedores, artesanos y de las familias ligadas especialmente a la producción agrícola. Y una tercera prioridad es el desarrollo de la zona rural, la que se ve afectada por el centralismo que existe en la comuna, ya que casi todas las actividades se realizan principalmente en Cartagena centro, sin considerar a las zonas de Lo Abarca, Lo Zárate, Quillaycillo, El Turco e incluso San Sebastián y Costa Azul, cuyos vecinos se quejan de que existe poco apoyo del municipio.
"Yo confío en mi criterio, en mis capacidades y en la gente de Cartagena, la que va a saber elegir a la persona adecuada, con más ideas y con mayor arraigo con el territorio",
Osvaldo Cartagena