Juan Olivares Meza

El paseo Bellamar de San Antonio, un lugar emblemático de la ciudad, que en uno de sus espacios resguarda la memoria de los portuarios que fueron víctimas de la dictadura, se vio sacudido por un acto vandálico que generó consternación y repudio en la comunidad.

Los nombres de estos valientes dirigentes, inscritos en carteles que conforman el espacio conmemorativo en torno al antiguo Sindicato de Estibadores, fueron vandalizados con pintura spray color negro, en un atentado que ha dejado perplejos a quienes frecuentan el lugar y, particularmente, a quienes luchan por la defensa de los derechos humanos.

Luz Farías, dirigenta del Sindicato de Trabajadores y Artesanos Independientes de San Antonio, fue testigo de este desafortunado suceso al llegar a su habitual lugar de trabajo durante la mañana de ayer.

Según sus declaraciones, "al mirar los letreros, inicialmente pensé que se trataba de una intervención para mejorar la visibilidad de los nombres, pero me di cuenta, nos dimos cuenta, de que se trataba de un acto de vandalismo. Los letreros y los palos que los sostenían estaban pintados y rayados, en un gesto de tanto odio que nos conmueve porque no podemos entender tanta indolencia con trabajadores de San Antonio que fueron mártires de una dictadura".

Ante esta situación, Luz Farías no dudó en contactar a sus compañeros del sindicato y a las personas responsables de esta instalación en memoria de los dirigentes portuarios para que tomaran conocimiento de lo ocurrido y se sumaran a la indignación colectiva.

La dirigenta de los artesanos remarcó que "fue muy preocupante encontrarnos con esta situación, así que llamé inmediatamente al compañero artesano que le tocó hacer los letreros con las letras talladas y él llamó a los demás compañeros de la agrupación que trabajó en este homenaje para informarles lo que había pasado".

Sin embargo, la diversidad de agrupaciones que trabajan en este ámbito en San Antonio ha generado cierta complejidad en la coordinación de acciones concretas para enfrentar este tipo de ataques.

"Las personas responsables de este proyecto han trabajado durante varias semanas, con mucha dedicación, con respeto por la memoria y tenían todo listo para la inauguración de los carteles con los nombres de los estibadores cuando pasa esto; entonces eso es lo que da impotencia, da mucha rabia esta indolencia tan grande, con un tema que es tan sensible y tan importante para la historia de San Antonio", reclamó Luz Farías.

Los carteles que ahora yacen mancillados con pintura negra, de ninguna manera empañan la memoria de Armando Jiménez, Héctor Rojo, Guillermo Álvarez y Samuel Núñez, los hombres que lideraban a los estibadores locales en 1973 y cuyo legado sigue vivo en las luchas sociales de San Antonio.

"Es un gesto de tanto odio que nos conmueve porque no entendemos la indolencia con trabajadores de San Antonio que fueron mártires de la dictadura",

Luz Farías,, dirigenta de los artesanos

4 de los seis sanantoninos asesinados el 22 de septiembre de 1973 eran dirigentes de los estibadores.

De acuerdo con la información aportada por el servicio, el año 2017 la fiscalizadora de la Aduana de San Antonio Ximena Cartagena realizaba la revisión de una carga que ingresaba al puerto de San Antonio, cuando se percató que, probablemente, lo que se declaraba como "adornos" eran en realidad piezas paleontológicas de valor patrimonial.

Posteriormente, en los años 2018 y 2022, la funcionaria Ximena Oyarzún y el funcionario Jorge Mercado, de la Aduana Metropolitana, se encontraron en una situación similar con objetos presumieron valiosos, esta vez en los sectores de Viajeros y Courier del Aeropuerto Internacional de Santiago.

Así partió la historia de 117 piezas arqueológicas, que fueron devueltas a Marruecos, después de un largo trabajo de investigación desarrollado por Aduanas, el Consejo de Monumentos Nacionales, el Servicio Nacional de Patrimonio Cultural, la Cancillería y la Embajada del Reino de Marruecos en Chile.

El subdirector de Fiscalización del Servicio Nacional de Aduanas, José Luis Castro, comentó al respecto que "este es el fin de un camino que nos produce una enorme satisfacción. Fueron nuestras fiscalizadoras y fiscalizadores de San Antonio y Santiago quienes tuvieron la habilidad de pesquisar que entre las cargas que revisaban había elementos de un valor patrimonial, levantaron las alarmas y permitieron el trabajo interinstitucional que hoy termina con la devolución de estas piezas al Reino de Marruecos".

José Luis Casto agregó que "históricamente el trabajo de Aduanas siempre se vinculó con la recaudación de impuestos. Hoy, es mucho más que eso: trabajamos con mucho esfuerzo en la seguridad de las fronteras, evitando el ingreso de sustancias y productos ilícitos, pero también protegiendo a los países del tráfico ilícito de piezas patrimoniales valiosas para los países".

Los peritajes e informes realizados por el Consejo de Monumentos Nacionales durante los últimos años indican que algunas de las piezas fósiles datan de hasta 400 millones de años.

La restitución se realizó en el marco de la firma del convenio de colaboración entre las bibliotecas nacionales de ambos países, así como la restitución de material paleontológico, realizado en la Biblioteca Nacional.

117 piezas arqueológicas incautadas en San Antonio y Santiago fueron devueltas a Marruecos.