Asistentes de la educación protestaron por malas condiciones en sus trabajos
Un grupo del personal del Inco se manifestó por la violencia que sufren, la falta de reemplazos y otras demandas. Se reunieron con la Daem.
Preocupados por la violencia que ejercen algunos alumnos en contra de asistentes de la educación en el Instituto Comercial Marítimo Pacífico Sur de San Antonio, y una serie de falencias, como falta de personas, los trabajadores de este establecimiento paralizaron sus funciones ayer en la mañana. Tras una reunión en la Dirección de Administración de Educación Municipal (Daem) retornaron a sus puestos.
Rossana Garrido, en representación de los 20 trabajadores que cumplen estas funciones en el Inco y quien participó del encuentro, explicó las razones de la movilización. "Tenemos muchas faltas de respeto de los alumnos, (consumo de) drogas en los baños, no tenemos reemplazos cuando se enferma algún compañero".
En unos carteles que pegaron en el frontis del Inco solicitaban "reforzar la falta de personal por licencias médicas, contención emocional para sobrellevar la recarga por el arduo trabajo que se requiere en estos tiempos y por el derecho de trabajar en un ambiente de respeto, integridad física, sicológica y moral".
La asistente de educación precisó que "a la reunión fuimos nueve personas, que somos, por así decirlo, la carne de cañón, porque somos las que recibimos los insultos de los chiquillos o cuando pelean, hay que meterse en el medio para separarlos".
Después de casi dos horas de reunión, valoró que "nos hayan escuchado" y comentó que las autoridades de educación se comprometieron a "realizar reuniones con el director y los inspectores generales y nos comentaron que se tomaron medidas, como la expulsión de un alumno".
Daem
El jefe de la Unidad Psicosocial, Convivencia Escolar y Comunicaciones de la Daem, Alejandro Santis, quien participó en la reunión con los asistentes, describió sobre la problemática que enfrenta el Comercial que "los espacios del Inco son complejos, porque tiene dos edificios con tres pisos cada uno, por lo tanto el personal siempre va a ser insuficiente para cubrir la cantidad de cursos que hay por piso y eso se cruza con las altas tasas de licencias médicas del personal y los docentes".
Reconoció que existe una "situación que escapa a nuestras manos, que es la responsabilidad que tienen los padres y apoderados en cuanto a las situaciones que tienen los chicos. A algunos alumnos se les llama la atención, llaman a sus apoderados, incluso los suspenden, pero igual llegan al establecimiento. Otros llegan tarde y no lo hacen con la mejor disposición".
Sobre estos casos explicó que "los inspectores son los primeros que se enfrentan a esta situación y cuando piden colaboración de padres o apoderados esa colaboración no llega".
Como medida adelantó que "evaluaremos los recursos que tiene el establecimiento para acoger y dar respuesta a la solicitud que nos hacen. Los recursos están supeditados a la asistencia".
Respecto a la gestión de convivencia escolar comentó que se aplicarán los reglamentos y protocolos "como lo estipulan los instrumentos. Es más, la semana pasada marcamos un hito, porque por primera vez en el Inco se presenta a la Superintendencia un expediente para la expulsión de un estudiante y fue respaldada por la Superintendencia. Eso nos marca un camino para aplicar las sanciones que corresponden ante las situaciones más graves de violencia escolar".
Otra medida "será afinar los procedimientos internos, como dejar registros, para tener antecedentes y fundamentos en libros de clases o anotaciones".