Tramitan repatriar a joven sanantonino que falleció de forma repentina en Irlanda
Fabián Álvarez (26) era ingeniero y se encontraba en Europa estudiando inglés. Sufrió un malestar que lo llevó a un hospital, donde dejó de existir tras cuatro días internado. Padres esperan traerlo pronto a Chile.
Por una videollamada los padres de Fabián Andrés Álvarez Martínez vieron por última vez a su amado hijo. Los llamaron de un hospital de Dublín, en la capital de Irlanda, para informarles que estaba grave. En el mismo contacto les alcanzaron a decir que había fallecido.
El sanantonino de 26 años dejó de existir en Europa el 15 de junio pasado de manera repentina. Esto luego de sufrir una dolencia en el pecho que lo hizo ir a un centro asistencial, donde alcanzó a estar internado cuatro días.
Desde su deceso su familia de Barrancas se encuentra sumida en el dolor, pero también con el deber de realizar los trámites para repatriar el cuerpo de su hijo a Chile, gestiones que son bastante engorrosas.
Sueños
Carlos Álvarez, padre de Fabián, narró a Diario El Líder que su hijo siempre fue un soñador y que uno de sus deseos era irse del país, viajar a Europa y asentarse en el Viejo Continente.
"Estaba cumpliendo sus sueños, estaba haciendo lo que quería. Se tituló de ingeniero en la Universidad Federico Santa María, fue un muy buen alumno, buen compañero y postuló a ir a Irlanda a perfeccionar su inglés, estaba allá haciendo un curso, estaba feliz", narró el padre.
Se fue de Chile recién el pasado 9 de mayo para emprender la aventura que no pudo ser. "Alcanzó a estar 28 días en Irlanda. Se fue con una maleta llena de sueños, porque tenía todo para cumplirlos, pero de un día para otro se empezó a sentir mal, se sentía enfermo, fue al hospital y no salió de ahí nunca más".
-¿Qué enfermedad le detectaron o qué le informaron que provocó su muerte?
-Nos dijeron que fue una muerte natural, por un supuesto cáncer.
-¿Por qué supuesto?
-Porque no sabemos bien. Él se empezó a sentir con dolores de espalda y de pecho, pero lo atribuía al trabajo del día a día, de estar sentado o mala postura. El dolor fue mucho y fue al hospital. Ahí le dijeron que detectaron una mancha de 20 centímetros en su pecho, que sería un tumor, un tumor cancerígeno que estaba impidiendo que bombeara sangre a su corazón. A ese tumor no alcanzaron a hacerle biopsia porque falleció.
-Entonces el 9 de mayo cuando se va no tenía ese dolor intenso ni diagnóstico de cáncer…
-Ni él, ni nosotros nunca supimos que tuviera cáncer, solo tenía molestias de vez en cuando, pero no era un dolor que pasara a mayores. Las veces que fue al médico o algo nunca le dijeron que tenía cáncer. Nos dijeron (de Irlanda) que murió por un cáncer fulminante. Él no pensó, o no nos quiso decir, que estaba grave.
Debido a que a Fabián Álvarez le hallaron una mancha que indicaba un tumor y una baja en las plaquetas en la sangre lo derivaron al hospital de Dublín, donde dejó de existir. "Para nosotros esto ha sido muy fuerte, muy impactante. Pienso que a él sí le dijeron que estaba grave. Me comentó por teléfono que no sabía por qué le pasaba esto a él, que era buen hijo, buena gente, que no entendía, pero después me decía, 'no importa papá si esto va a pasar'", rememoró Carlos Álvarez.
Trámites
Fabián Andrés falleció el 15 de junio y recién ayer le entregaron el certificado de defunción a un primo suyo, que viajó desde Suecia a Irlanda a realizar trámites a nombre de la familia.
"Nos contactamos con el consulado en Irlanda y han sido muy amables, nos están orientando en qué hacer. Ahora hay que buscar un sitio donde se haga un embalsamiento del cuerpo, luego ver el tema de un avión que haga este tipo de traslados y otros trámites para poder tener a Fabián con nosotros lo antes posible", explicó el padre.
Manifestó que "mi hijo estaba allá con la polola, que era su amor. Ella nos ayudó mucho en poder saber qué estaba pasando, porque mi hijo luego no tenía fuerzas para llamar o escribirnos. Ella nos fue informando de todo lo que pasaba. Todos hemos sufrido mucho".
Hasta ayer la familia de Fabián Álvarez Martínez no tenía la certeza de cuándo el cuerpo de su hijo podrá estar con ellos, para poder brindarle un último adiós junto a sus seres amados.
Cariño
"Estos días hemos recibido muchos mensajes de cariño, de amor, porque mi hijo sembró mucho cariño por donde anduvo. Me han dicho que mi hijo 'era un ser de luz', que era gentil con todos. Incluso sus compañeros de ahora en Irlanda le quieren hacer un memorial porque están muy dolidos por su pérdida y apenas lo conocieron 28 días", contó el padre orgulloso del hijo que crió.
Y no sólo era una persona gentil y amable, sino que también estudioso. Salió del colegio Papa Juan Pablo II con las mejores notas y se tituló entre los mejores de su generación en Ingeniería de Instrumentos Industriales en la Universidad Federico Santa María.
"Tenía todo para alcanzar las metas que quisiera, tenía las ganas y el esfuerzo para lograrlo. La última noche que hablamos me dijo 'papá yo no le tengo miedo a la muerte, pero no me quiero morir'".