N.L./J.R.

Sin mayores problemas, poco exigido y resolviendo rápido, Argentina superó anoche por 2-0 a Canadá accediendo a la final de la Copa América.

Parecía que el primer tiempo comenzaba parejo, con Canadá sabiendo que debía aprovechar los trazos largos y la velocidad de algunas de sus piezas, más que intentar un fútbol demasiado construido. Y, aunque lo intentaron, solo tuvieron una opción clara con un disparo desviado de Jacob Shaffelburg.

Aunque increíblemente Argentina también apostaba por un fútbol más vertical que construido y así es como dos veteranos armaron una de las más claras. Se la llevó Ángel di María por la izquierda, y este la sirvió a Lionel Messi, quien con un tiro de zurda la mandó rozando el palo izquierdo del portero Maxime Crépeau.

Canadá ponía ganas, pero Argentina supo explotar de manera notable toda la ingenuidad de una selección poco acostumbrada a competir a este nivel. Y es que Rodrigo de Paul la recibió entre tres jugadores en el círculo central, nadie lo presionó y tuvo tiempo para un pase largo en profundidad que recibió Julián Álvarez, evadiendo fácilmente la marca de Moïse Bombito y definiendo entre las piernas de Crépeau.

Quiso volver a explotar esos espacios Argentina con un pase de Di María a Messi, quien disparó de derecha y se le fue por nada sobre el palo diestro. Al cierre, Jonathan David casi sorprendió al "Dibu" Martínez, achicando justo el toque del delantero.

La segunda mitad fue casi un trámite para la Albiceleste. Sin mayor esfuerzo, con un poco más de cinco minutos jugados, el equipo de Lionel Scaloni marcó el segundo. Messi comenzó la jugada por la derecha, habilitó con suerte a Enzo Fernández tras un rebote en un defensor, el volante se acomodó, le pegó y mientras el arquero se tiraba, el capitán argentino metió el pie izquierdo para desviar sutilmente la pelota.

Mientras todos abrazaban a Fernández, el gol era de Messi, una anotación que fue revisada por el VAR y que también significó el tanto 109 con la camiseta de su país.

Pero también había un chileno en cancha. Piero Maza, árbitro del partido, no tuvo mayores problemas, pese a lo importante del compromiso. Sólo tuvo que aguantar un par de reclamos canadienses, tal como lo hizo su compañero, el cuarto árbitro Cristian Garay, quien tuvo que controlar en reiteradas ocasiones al técnico norteamericano Jesse Marsch, que terminó con tarjeta amarilla.

La Albiceleste de Scaloni no tuvo que seguir luchando. Así fue como el DT logró su tercera final en un torneo grande, esperando el domingo a Uruguay o a Colombia, soñando con un bicampeonato tras la Copa del 2021. "Lo que ha logrado este grupo es tremendo", dijo Messi.