Homicidio en Llolleo: autopsia confirmó que víctima murió por "golpes repetitivos"
La fiscalía solicitó ayer al tribunal que imputado por el crimen que ocurrió en junio pasado sea enviado a la cárcel, pues está libre tras pagar fianza. Será la Corte de Valparaíso la que decidirá.
A un mes del homicidio de Eduardo Javier Meléndez Gutiérrez, ayer la fiscalía reformalizó al único imputado por el crimen que ocurrió en la parte alta de Llolleo, en el sector Las Acacias.
El pasado 16 de junio, en el Juzgado de Garantía (JG) de San Antonio se acusó al detenido, identificado con las iniciales C.F.N.A., de ser el autor de las lesiones cortopunzantes que presentaba el cuerpo y que le habrían causado la muerte al hombre de 34 años. Sin embargo, entonces no se contaba con la autopsia.
Esta vez, la fiscal Claudia Cancino tenía el documento médico. Este indica que el llolleíno no falleció por las heridas por arma blanca que presentaba luego de reñir en la vía pública con el imputado, quien era su amigo de infancia.
Dice la autopsia que Meléndez Gutiérrez perdió la vida por "un desgarro traumático de arteria carótida secundaria a un trauma contuso asociado a golpes de repetición en la zona cervical lateral derecha, trauma contuso cervical que generó una alteración hemodinámica (falla de presión arterial) y compresión extrínseca de la vía aérea (obstrucción para respirar)".
Esto lo sufrió luego de los golpes reiterados que recibió, a combos o con un objeto contundente.
En palabras simples y dramáticas, Eduardo Meléndez falleció porque le "reventaron" la arteria carótida por golpes y se ahogó con su propia sangre.
Ataque
Esta causa de muerte, junto con la revisión exhaustiva de imágenes de cámaras de seguridad efectuada por la Brigada de Homicidios, a modo de ver de la fiscalía, echaría por tierra la tesis de la abogada de la Defensoría Penal Pública, Diana Venegas, y que mantiene ahora el defensor particular del acusado, Luis Giadach, sobre que su representado actuó para protegerse.
"Con los datos del informe de autopsia que da cuenta que la causa de muerte de la víctima, que es un desgarro traumático de arteria carótida que dice relación con reiterados golpes de parte del imputado a la víctima, sin perjuicio de otras lesiones que se provocaron con un arma blanca, la causa de muerte fue esa, no otra, que no es compatibles con una legítima defensa", dijo la fiscal Claudia Cancino.
Agregó que "no hay ni siquiera un antecedente en la carpeta investigativa que permita establecer que hubo una legítima defensa".
La abogada del Ministerio Público ahondó en que "los antecedentes (…) dan cuenta que la primera agresión, por imágenes de cámaras de seguridad, quien la realiza no es la víctima, es el imputado, por lo tanto ya se cae el primer elemento de la legítima defensa como es la agresión ilegítima".
Ahondó en que "el imputado no solo golpea a la víctima, sino que además se aprecia en las imágenes que es este quien porta un arma blanca (…). A la víctima no se le encontró en su vestimenta ni alrededor del lugar donde se encontraba su cuerpo ningún elemento cortopunzante".
Por ello, solicitó que el tribunal cambie el fundamento por el cual se decretó la prisión preventiva del imputado en junio pasado. Esto porque se dictó la medida por existir un peligro de fuga, lo que permitió a C.F.N.A. pagar una fianza de un $1.500.000 para recuperar su libertad.
Ahora se requirió que sea puesto bajo esa cautelar por ser un peligro para la seguridad de la sociedad, que no da la opción de pagar una caución.
"Creemos que una persona que priva de la vida a otra, que le da muerte, no puede estar en libertad. Constituye efectivamente un peligro para la seguridad de la sociedad una persona que es capaz de darle muerte de esta manera tan brutal a la víctima", expuso la fiscal Claudia Cancino.
Defensa
El defensor Luis Giadach insistió en la teoría de la legítima defensa. Expuso la declaración del testigo que era amigo del fallecido y del imputado, alias "Chico Malo".
Tras el homicidio, este expresó que "El Kalule", como le decían al occiso, tras discutir con C.F.N.A. en la vía pública, en calle Ginebra, se fue a su casa a buscar un cuchillo y que supuestamente volvió con este para agredir al acusado.
El defensor, dijo que el testigo fue claro al decir que el imputado fue quien llegó con el arma blanca, la que nunca fue encontrada.
Ante ello la fiscal expresó que luego de la recopilación de pruebas, ese testimonio "se cae" y que incluso el testigo se "llevó el celular" de la víctima fatal una vez que cayó tendido moribundo en calle Jason.
Libre
El juez Daniel Henríquez determinó que frente a los antecedentes expuestos ayer se mantuvo la acusación por el mismo delito de homicidio simple por el cual ya se había formalizado al imputado y que no habían variado las circunstancias para hacer cambios en la medida cautelar decretada, manteniendo a C.F.N.A. con el derecho a la fianza. Por eso seguirá en libertad.
La fiscal Cancino presentó un recurso ante la Corte de Apelaciones de Valparaíso para que deje sin efecto la decisión del juez Henríquez. Esto lo analizará el tribunal de alzada durante esta jornada.
Pancartas
Familiares y amigos de Eduardo Meléndez llegaron ayer al tribunal con carteles para pedir justicia por el asesinato de su ser querido.
"Aquí están todos los amigos, la familia completa, que pedimos la prisión preventiva para el imputado, porque digan lo que digan, él es un peligro para la sociedad y anda libre", dijo el padre de la víctima fatal, Benjamín Meléndez.
Además expuso sobre la audiencia que "presentó un contrato de trabajo que debe ser falso, para hacerse la víctima, pasar por una persona trabajadora, pero todo el día, toda la vida, pasa puro parado en la esquina (…), nunca ha trabajado".
Sobre la muerte de su retoño, manifestó que su muerte ocurrió cuando estaba en el suelo. "Estaba en posición fetal y ahí le dan los golpes, lo que se demostró por el informe del Servicio Médico Legal, que lo mataron por golpes reiterados, entonces el cuchillo no aporta (si acusan que lo llevaba su hijo). Lo que queremos es justicia".