INGREDIENTES:

- 500 g de espinacas frescas

- 2 cucharadas de aceite de oliva

- 1 cebolla mediana, picada en cubos pequeños

- 2 dientes de ajo, picados

- 200 ml de crema (nata)

- 1 taza de leche

- 2 cucharadas de harina

- 100 g de queso rallado (queso chanco, parmesano o el de tu preferencia)

- Sal y pimienta al gusto

- Nuez moscada (opcional)

- Pan rallado para gratinar

PREPARACIÓN:

Lava bien las espinacas y retira los tallos más gruesos. Escurre y reserva.

En una olla grande con agua hirviendo y sal, cocina las espinacas durante 2-3 minutos hasta que estén tiernas. Escúrrelas bien y exprímelas para eliminar el exceso de agua. Pica las espinacas cocidas en trozos grandes y reserva.

En una sartén grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Añade la cebolla picada y cocina hasta que esté transparente, aproximadamente 5 minutos. Agrega el ajo picado y cocina por 1-2 minutos más.

Añade la harina a la sartén con la cebolla y el ajo, y cocina por 2-3 minutos, removiendo constantemente, hasta que la harina esté ligeramente dorada. Gradualmente, añade la leche y la crema, batiendo constantemente para evitar grumos. Cocina hasta que la salsa espese, unos 5-7 minutos. Sazona con sal, pimienta y una pizca de nuez moscada si lo deseas.

Añade las espinacas picadas a la salsa blanca y mezcla bien para que se integren todos los ingredientes.

Precalienta el horno a 200 °C. Coloca la mezcla de espinacas y salsa en una fuente para horno. Espolvorea el queso rallado y una capa ligera de pan rallado por encima.

Hornea en el horno precalentado durante unos 20-25 minutos, o hasta que la superficie esté dorada y burbujeante.

Deja reposar el gratinado de espinacas durante unos minutos antes de servir. Acompaña con una ensalada fresca o como guarnición de un plato principal.

INGREDIENTES:

- 6 cebollas grandes

- 3 cucharadas de mantequilla

- 1 cucharada de aceite de oliva

- 1 cucharadita de azúcar

- 3 dientes de ajo picados

- 1 litro de caldo de carne (puede ser de pollo o verduras)

- 1 taza de vino blanco seco

- 1 hoja de laurel

- 1 ramita de tomillo fresco (o 1/2 cucharadita de tomillo seco)

- Sal y pimienta al gusto

- Baguette o pan francés en rebanadas

- 200 g de queso Gruyère o queso chanco, rallado

PREPARACIÓN:

Pela las cebollas y córtalas en rodajas finas.

En una olla grande, derrite la mantequilla junto con el aceite de oliva a fuego medio. Añade las cebollas y el azúcar. Cocina a fuego medio-bajo, removiendo ocasionalmente, hasta que las cebollas estén caramelizadas y doradas, aproximadamente 30-40 minutos. Este paso es crucial para desarrollar el sabor de la sopa.

Añade el ajo picado a las cebollas y cocina por unos 2 minutos más.

Vierte el vino blanco en la olla y cocina a fuego medio, removiendo el fondo de la olla para desglasar y recoger todos los sabores caramelizados, hasta que el vino se reduzca a la mitad.

Agrega el caldo de carne, la hoja de laurel y el tomillo. Lleva la sopa a ebullición, luego reduce el fuego y deja que hierva a fuego lento durante unos 30 minutos. Sazona con sal y pimienta al gusto.

Mientras la sopa hierve a fuego lento, tuesta las rebanadas de baguette en el horno hasta que estén doradas y crujientes.

Precalienta el horno a 200 °C. Sirve la sopa caliente en recipientes aptos para horno. Coloca una o dos rebanadas de baguette tostado encima de cada porción de sopa y espolvorea generosamente con el queso rallado.

Coloca los recipientes en el horno precalentado y gratina hasta que el queso esté derretido y dorado, unos 5-7 minutos.

Retira del horno y sirve la sopa de cebolla caliente, decorada con una ramita de tomillo fresco si lo deseas.

INGREDIENTES:

- 400 g de tofu firme

- 2 cucharadas de salsa de soya

- 1 cucharada de aceite de sésamo

- 1 cucharada de aceite de oliva

- 1 pimentón rojo

- 1 pimentón verde

- 1 zanahoria

- 1 cebolla

- 1 zucchini

- 2 dientes de ajo

- 1 trozo pequeño de jengibre fresco

- 2 cucharadas de salsa de ostras (opcional)

- 1 cucharadita de maicena disuelta en 2 cucharadas de agua

- Semillas de sésamo para decorar

- Cebollín picado para decorar

- Arroz blanco cocido para acompañar

PREPARACIÓN:

Escurre el tofu y sécalo bien con papel absorbente. Luego, córtalo en cubos medianos.

En un bol, mezcla la salsa de soya con el aceite de sésamo. Añade los cubos de tofu y mezcla bien para que se impregnen de la marinada. Deja reposar durante al menos 15 minutos.

Lava y corta los pimentones en tiras, la zanahoria en juliana, la cebolla en plumas y el zucchini en rodajas finas. Pica finamente el ajo y ralla el jengibre.

Calienta una sartén grande o un wok a fuego medio-alto. Añade el aceite de oliva y, cuando esté caliente, incorpora los cubos de tofu. Saltea hasta que estén dorados por todos lados. Retira el tofu de la sartén y resérvalo.

En la misma sartén, añade un poco más de aceite si es necesario. Agrega el ajo y el jengibre rallado, y saltea por unos segundos hasta que estén fragantes. Luego, incorpora la cebolla y la zanahoria. Cocina por unos 2-3 minutos, removiendo constantemente.

Añade los pimentones y el zucchini a la sartén. Cocina por unos 5 minutos más, hasta que los vegetales estén tiernos pero aún crujientes.

Vuelve a agregar el tofu dorado a la sartén con los vegetales. Añade la salsa de ostras (si estás usándola) y mezcla bien.

Disuelve la maicena en agua y añádela a la sartén. Cocina por un par de minutos más hasta que la salsa se espese ligeramente y todos los ingredientes estén bien mezclados.

Sirve el tofu salteado con vegetales caliente, espolvoreado con semillas de sésamo y cebollín picado. Acompaña con arroz blanco cocido.