Ignacio Arriagada M.
Los gatos son mascotas adorables, compañeros entrañables y juguetones. Sin embargo, al igual que otros animales domésticos, pueden convertirse en un serio problema si se pretende mantener pulcros y en buen estado los muebles de la casa. Es usual verlos rasguñando, sin piedad y con mucho euforia, sillones, sillas y mesas. Afortunadamente, hay estrategias efectivas que pueden implementar los cuidadores para que sus mininos no causen este tipo de daños.
Antes de ahondar en los métodos, es importante saber a qué se deben estas conductas. "Que los gatos arañen tiene varios propósitos emocionales y conductuales. Por ejemplo, arañar objetos es una forma de marcaje territorial, ya que dejan marcas visuales y depositan feromonas de las glándulas en sus patas, señalando su territorio a otros animales", explica a este medio el médico veterinario Nicolás Escobar. "Arañar también puede ser una manera de liberar tensión y reducir el estrés. Al hacerlo, ejercitan y estiran los músculos de sus patas y columna vertebral, además de proporcionarles entretenimiento y una forma de combatir el aburrimiento en casa", agrega. "Asimismo, es un comportamiento instintivo heredado de sus ancestros, puesto que los felinos necesitan afilar sus garras para cazar y defenderse", añade.
Estrategias
La clave para evitar que el gato dañe los muebles del hogar es ofreciéndole varias alternativas. En esa línea, Horacio Bossi, médico veterinario, sostiene que "algunas de ellas consisten en proporcionarles superficies adecuadas, como los postes de sisal. Existen superficies de diferentes alturas, colores y formas. Algunos están hechos con cáñamo, sisal y otros tejidos".
Según el especialista, que se desempeña como académico de la Universidad San Sebastián (USS), una estrategia es enriquecer el ambiente del felino: "Por ejemplo, con objetos de rascado adicionales. Aquí sirven las pelotas o ratones de juguete. En cuanto al espacio, hoy en día existen los denominados 'catios', los cuales son patios exteriores, amplios y cerrados donde el animal tiene acceso a árboles y plantas, lo que sirve para que el gato pueda escalar, jugar y así evitar el aburrimiento rascando algún sillón".
Otra medida efectiva es entrenar positivamente a los gatos y restringirles el acceso a objetos no deseados. En este caso el especialista plantea que "lo mejor será elogiarlos y recompensarlos cuando usen el rascador en lugar de los muebles".
Aunque el deseo de muchos amos sea que su mascota no rasguñe los muebles, el docente de la USS enfatiza en que "no hay que evitar que el gato se lime las uñas porque es parte de su naturaleza. Se trata de entender el origen de ese comportamiento y entregarle lo necesario para que se pueda desenvolver".
La edad como factor
La efectividad que puedan alcanzar las estrategias indicadas previamente va a depender de muchos factores. Y alguno de ellos son la edad y maduración del felino.
"En general, es más difícil entrenar a gatos adultos para que dejen de arañar los muebles en comparación con los gatos jóvenes o cachorros. Los gatos adultos pueden tener comportamientos arraigados y menos disposición para cambiar hábitos establecidos. Además, los gatos adultos suelen ser más independientes y menos receptivos al entrenamiento que los jóvenes", asegura el médico veterinario Nicolás Escobar.
A pesar de lo anterior, Escobar sostiene que "con paciencia, consistencia y un enfoque médico veterinario adecuado se puede modificar el comportamiento de un gato adulto".
"Que los gatos arañen tiene varios propósitos emocionales y conductuales",
Nicolás Escobar,, médico veterinario