Me dirijo a su Diario para manifestar mi molestia en relación a la poca o nula empatía que existe aún con algunos docentes, se habla de la integración, del respeto hacia los niños y niñas, respetar sus tiempos de aprendizaje, respetar las indicaciones que son señaladas por los especialista que ellas misma sugieren como psicólogos, para hacer un diagnóstico de déficit atencional, y/o neurólogos. ¿Para qué? Para tener a los niños tranquilos y con pastillas y que no pregunten o no dedicarles el tiempo y atenciones que requieren.
Les sigue preocupando el cumplir con el currículum, con lo planificado, lucirse solo con los niños que no presentan dificultades de aprendizaje, y no respetan los tiempos de madurez de otros.
Los cursos de primero y segundo básico por lo general trabajan con asistentes, se puede entender que no tengan incorporado el PIE (Programa de Integración Escolar), pero apelo a la vocación.
Consideren a esas niñas y niños como si fueran sus propios hijos y estuvieran en la misma situación, tratar a los demás como quisieras que traten al tuyo.
La técnica del dictado, uff!!! paciencia, ya en el primer semestre están con dictados, pasando los sonidos de las letras a la velocidad del adulto, una vez más sin considerar los niveles de madurez de aquellos que están en proceso de madurez neurológica, luego les llegará la explosión y leerán sin dificultad .
¡Más empatía y corazón!
Violeta Orrego