Mónica Jorquera Escobar

A los 42 años, un vecino de Tejas Verdes se ha convertido en un verdadero "depredador sexual", descripción utilizada en varios países para definir a individuos que una y otra vez cometen ilícitos de esa índole.

El sujeto fue detenido este martes por la Policía de Investigaciones (PDI) tras una indagación en su contra que surgió tras una denuncia por abuso sexual reiterado contra una niña de 5 años. No es la primera vez que está vinculado a un delito de este tipo.

Como si fuera poco, se reveló que una tercera menor de edad también lo sindicó como autor de supuestos abusos. Este último proceso aún está en indagación.

Control

Ayer el individuo fue formalizado en el Juzgado de Garantía de San Antonio por abuso sexual reiterado cometido en contra de la víctima entre sus 5 y 13 años.

El fiscal Juan Carlos Catalán le comunicó al tío de la afectada que la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales (Brisex) reunió antecedentes con los cuales se solicitó una orden para su detención.

Reveló que la afectada acusó que su familiar le realizaba tocaciones en sus partes íntimas y "presionó sus labios contra la boca de la víctima, su sobrina, introduciéndole la lengua", situaciones que ocurrieron en la casa de la abuela de la niña.

"La víctima declara ante la PDI que cuando ocurren los hechos, entre 2007 y 2014, tenía mucho miedo y quedaba con dolor (tras los ataques) y que entonces no era capaz de verbalizar lo que estaba sucediendo (...). Él (acusado) le decía que era su sobrina preferida para manipularla", aportó el persecutor en la audiencia.

Según la investigación de la Brisex, el imputado, cuya identidad se mantendrá bajo reserva para proteger a la afectada, habría abusado de la pequeña en varias oportunidades, en que la obligaba a entrar a su pieza y desvestirse.

"(La denunciante) relata que no sabe un número de veces en que ocurren los hechos, porque fueron tantas las ocasiones que no puede dar una cantidad exacta", expuso ante el juez el fiscal Catalán.

Condena

En la misma audiencia de ayer se reveló que el imputado fue condenado en marzo de 2014 por el Tribunal Oral en lo Penal de San Antonio por el delito de abuso sexual reiterado cometido en contra de otra menor de edad, que es prima de la actual víctima.

Aquella vez fue sentenciado a la pena de cinco años y un día de presidio, pero se fugó.

El sentenciado logró escabullirse de la justicia por largos años, por lo que no pasó un solo día tras las rejas por el ataque a esa niña.

La indagatoria apunta a que los hechos delictivos habrían ocurrido de manera simultánea en el mismo domicilio de la comuna San Antonio, cuando las pequeñas quedaban al cuidado del acusado.

Ahora el fiscal Juan Carlos Catalán solicitó que el hombre fuera puesto en prisión preventiva, argumentando que es un peligro para la sociedad dado el delito reiterado por el cual se le formalizó y por ser reincidente.

También destacó que hay un peligro de fuga, porque ya huyó de la justicia.

En tanto, el defensor particular del imputado alegó que los hechos no ocurrieron y que existirían incongruencias en las fechas dadas por las primas afectadas.

Expresó que, según la tesis exculpatoria, la denuncia actual "es una rencilla para que pague la cuenta que no pagó en su oportunidad luego de ser condenado a cinco años y un día de presidio y fugarse".

Preso

El juez Cristian Zubieta rechazó la tesis de la defensa y manifestó que existen argumentos suficientes para acreditar la existencia del delito de abuso sexual reiterado.

"Se reúnen antecedentes sobre que eran llevabas (las primas) y obligadas eventualmente a ser tocadas. Su relato (de la actual víctima) resulta del todo verosímil (...). Los indicios, en su conjunto, permiten tener una presunción fundada de su participación (en el ilícito)", analizó el magistrado, que ordenó que fuera puesto tras las rejas durante la investigación del caso.

"(La denunciante) relata que no sabe un número de veces en que ocurren los hechos, porque fueron tantas las ocasiones que no puede dar una cantidad de exacta",

fiscal Juan Carlos Catalán.

8 años duraron los ataques sexuales, según denunció la víctima, lo que fue indagado por la Brisex de la PDI.