Estadio para San Antonio, deuda de 5 gobiernos y seguimos
Luego de recibir respuestas desde Gestión Ciudadana Presidencia de la República Subsecretaria y Director Nacional de Arquitectura (s) MOP a la carta entregada en la visita a San Antonio del Presidente Gabriel Boric, nos encontramos nuevamente en el mismo punto desde que este Gobierno asumió funciones, y parece que nos encaminamos a llegar al año 2025 sin la apertura del estadio que ha costado un trabajo ciudadano de una década y la suma millonaria de M$12.000 sigue aumentando su costo por el abandono en que se encuentra su infraestructura.
Es inaceptable que, habiendo destinado en 2022 el financiamiento necesario para resolver la "falta de pinturas contra incendios en algunos sectores de la obra", aún estemos paralizados. Este retraso, que ya supera los dos años, es inexplicable si consideramos que la construcción completa debía concluir en 540 días.
Durante estos tres largos años, la Mesa Ciudadana por la Apertura del Estadio ha estado incansablemente tocando las puertas de los ministerios involucrados, de diputados y otras instancias competentes, sin obtener ninguna respuesta clara ni indicios de una decisión urgente. Al contrario, el presupuesto extraordinario de M$1.920 millones, destinado a avanzar hacia la apertura del recinto, ha sido reducido sin ningún avance visible en la obra. En lugar de progresar, hemos visto cómo se destinan estos recursos a pagos de consultorías, trámites administrativos municipales, y pequeños ajustes a codos de galerías, que no acercan a la comunidad ni un paso más a la tan esperada Inauguración de esta obra pública que se comenzó a construir el año 2018. La absoluta falta de liderazgo por parte del Ministerio del Deporte para gestionar eficazmente el presupuesto y avanzar en la culminación de esta obra pública es una afrenta a la comunidad.
La negligencia con la que se ha permitido el deterioro de otras infraestructuras del recinto deportivo, todo por la omisión de unas pinturas contra incendios, un ítem más que solucionable, debería ser objeto de sanción a los responsables. Es inaudito que, existiendo los recursos, se prolongue indefinidamente la entrega de una obra que lleva más de una década esperándose y que ha representado una inversión de M$12.500 millones. Observar el estadio en su estado actual, abandonado a su suerte durante tres años, es una burla para la ciudadanía. Esta desidia es no solo incomprensible, sino profundamente indignante. Y demuestra claramente la Zona de Sacrificio en que han convertido a San Antonio las decisiones e indiferencias desde Santiago.
Mesa Ciudadana Apertura
Estadio de San Antonio