Guía entrega consejos para dialogar con personas mayores
La iniciativa busca impulsar un cambio en la forma de comunicarse con quienes pertenecen a ese grupo etario.
Ignacio Arriagada M.
Chile es uno de los países donde más ha aumentado la esperanza de vida, con un promedio de 81,6 años, según cifras que maneja el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Estos números demuestran que la sociedad chilena ha madurado de manera sostenida, lo que debiese ser interpretado como un éxito, puesto que las poblaciones longevas son aquellas que han alcanzado mayores niveles de bienestar.
Ahora bien, esta realidad supone diversos desafíos entre los cuales destaca la necesidad de superar los prejuicios que giran en torno al envejecimiento.
En la línea de lo anterior, una encuesta realizada en 2020 por GFK en Chile arrojó que el 91% de las personas mayores se siente percibida como una carga y no como un aporte para la sociedad. Asimismo, un sondeo elaborado este año por Laborum muestra que el 60% de los trabajadores del país ha sentido discriminación indebida por su edad en el ámbito laboral. Estos indicadores exhiben la urgente necesidad de superar el edadismo para construir un tejido social en el que se reconozcan los aportes y virtudes de todas las generaciones que lo componen.
Ante ese escenario, y entendiendo que la comunicación y el diálogo son clave para construir una sociedad tolerante con todos los individuos, el Consejo de Autorregulación y Ética Publicitaria (Conar), en conjunto con la organización Voces Mayores, lanzaron la Guía de Comunicaciones para Sociedades Longevas y Multigeneracionales, pauta que contiene diversas sugerencias para implementar en los distintos ámbitos de la vida.
Edadismo
Superar el edadismo, que consiste en atribuirle una connotación negativa al envejecimiento, es un desafío importante, dado que implica reconfigurar las narrativas que se han perpetuado en torno a esta etapa de la vida. Este nuevo enfoque invita a dejar atrás la idea de que el cambio demográfico es un costo económico social creciente e insostenible, entendiendo que el aumento de la esperanza de vida es una oportunidad para la economía, la sociedad y los individuos.
A continuación, algunos de los consejos contenidos en la guía:
-Dejar de percibir el envejecimiento como un proceso de deterioro inevitable: es muy importante destacar que el envejecimiento es sinónimo de resiliencia, conocimiento, sabiduría y vitalidad. Asimismo, hoy en día es posible vivir una vejez participativa y contributiva en todas las esferas de la vida.
-Evitar concebir el cambio demográfico como un costo socioeconómico insostenible: es clave reforzar la idea de que las poblaciones longevas y multigeneracionales son aquellas que han alcanzado niveles significativos de bienestar, por lo que deberían ser percibidas con orgullo.
-No emplear términos de propiedad: "nuestros mayores" es una denominación muy utilizada que habitualmente se enuncia en un tono amable para referirse a la población que ya ha superado cierta edad. No obstante, esta expresión infantiliza implícitamente a dicho segmento etario, por lo que se aconseja hablar de "las personas mayores".
-No utilizar términos como "anciana/o", "vieja/o" o "abuelo/a" en instancias laborales: el trabajo es una de las instancias en las que se exhiben más conductas discriminatorias hacia discrimina a las personas mayores. En base a las sugerencias de esta guía, lo óptimo es recurrir a términos como "personas mayores", "seniors" o "personas con experiencia".
-No normalizar la idea de que las personas mayores son pasivas o están retiradas en sus casas: se suele tratar a las personas mayores como un grupo etario homogéneo e inactivo cuando la realidad no es así. Por consiguiente, es esencial promover imágenes que los exhiban participando en diversos ámbitos de la vida.