Emotivo adiós al salvavidas "Nemo" Canales con homenaje entre las olas
Con una sencilla ceremonia realizada en la terraza, frente a la Virgen de los Suspiros, los salvavidas de Cartagena cumplieron la última voluntad del rescatista Luis Canales, esparciendo sus cenizas en el mar.
Frente al vasto horizonte del mar que tanto amó, el alma de Luis Fernando Canales Ahumada, "Nemo", fallecido a fines de agosto a los 57 años, encontró finalmente su descanso. En una emotiva ceremonia realizada al pie de la Virgen de los Suspiros, en la terraza que une Playa Chica con Playa Grande, los salvavidas de Cartagena cumplieron la última voluntad de su querido compañero, que fue ser despedido por las aguas que durante tantos años fueron su refugio y su razón de ser.
Homenaje
La mañana del domingo, en un rito sencillo pero cargado de simbolismo, los rescatistas se sumergieron en las aguas frente a la emblemática figura de la Virgen y depositaron un ánfora con las cenizas de "Nemo" en el mar. Un gesto de profunda hermandad que selló el lazo entre quienes compartieron con él horas de trabajo, salvando vidas, enfrentando tempestades y contemplando la fuerza imparable del océano.
Luis Canales, conocido cariñosamente como "Nemo" por su capacidad de superar obstáculos, falleció trágicamente a fines de agosto en un accidente de tránsito en Santiago, dejando tras de sí una huella imborrable en la comunidad de Cartagena.
A pesar de la discapacidad que afectaba una de sus piernas, jamás dejó que eso lo limitara en su pasión por el rescate en el mar. Su historia, como la del pequeño pez que inspira su apodo, era la de un hombre que desafiaba las adversidades con una sonrisa y un corazón lleno de coraje.
La ceremonia del domingo, aunque breve, fue conmovedora. Los rescatistas, vestidos con sus uniformes de trabajo, avanzaron lentamente hacia el mar con el ánfora entre manos, mientras los familiares y amigos observaban desde la terraza. El sonido de las olas, un suave murmullo que parecía susurrar su nombre, fue el único testigo de la despedida.
Adiós en el mar
En medio del agua, frente a la Virgen que desde su alto pedestal parecía bendecir el momento, sumergieron el ánfora con las cenizas, devolviendo a Luis a su eterno compañero que fue el mar de Cartagena.
Al terminar, las miradas de los presentes se alzaron hacia el cielo, donde el sol tímidamente dejó pasar algunos rayos. Fue como si el mar, en su abrazo infinito, hubiera acogido a "Nemo" con la misma calidez con la que él salvó tantas vidas a lo largo de su carrera.
Para sus compañeros salvavidas, la pérdida de Luis ha dejado un vacío imposible de llenar. "Nemo era más que un colega; era un hermano", comentó emocionado Alberto Barros, su amigo de toda la vida, mientras observaba el lugar donde las cenizas se hundían en el agua. "Siempre lo recordaremos por su valentía y su alegría. El mar era su hogar, y ahora siempre lo será".
El homenaje en el mar fue el epílogo de una serie de despedidas que comenzaron con su funeral en Santiago, donde un grupo de cinco salvavidas, encabezados por sus amigos Alberto Barros y Mauricio Sanhueza, viajaron para rendirle honores. A fines de agosto en el Cementerio Parque del Sendero, acompañaron a la familia en una guardia solemne frente al féretro, y tras la cremación, regresaron a Cartagena con la misión de cumplir su última voluntad: que sus cenizas quedaran en el mar.
Y a partir de ahora para los colegas salvavidas de Luis Canales y su familia, cada ola que rompa en las costas, cada atardecer que se tiña de naranja sobre las aguas, llevará consigo el recuerdo de un hombre que vivió con pasión, enfrentó la vida con valentía y encontró en el océano la libertad que siempre buscó.
Desde ayer, entre Playa Chica y Playa Grande, el espíritu de Luis "Nemo" Canales nadará libre, como el valiente pececito que le dio su nombre, recordándonos que aunque la vida traiga obstáculos, siempre hay que luchar para salir adelante.
Buen viaje Luchito, el mar es todo tuyo.
57 años tenía Luis Canales cuando a fines de agosto perdió la vida en un accidente de tránsito.