Crónica

Un día alcanzó a estar con su familia el arquero de San Antonio Unido, Cristóbal Campos Véliz (25), quien el pasado viernes recibió el alta médica, luego de sufrir la amputación parcial de su pie derecho, producto del grave accidente automovilístico que tuvo la madrugada del lunes 2 de septiembre en la ruta 78 a la altura de Talagante.

El portal Redgol ayer informó que "Campitos' tuvo que regresar a la clínica Bupa a solo horas de que dejara el mismo centro de salud al recibir el alta".

Según el medio "el exUniversidad de Chile presentó complicaciones y dolor en los meniscos de la extremidad afectada, lo que obligó a que por precaución fuese llevado nuevamente a la clínica Bupa de La Florida, este último sábado 12 de octubre".

"No es nada grave, pero por precaución fue llevado a la clínica", dijeron cercanos al jugador, de acuerdo al medio digital.

Se espera que en las próximas horas haya novedades respecto al estado de Campos y si podrá volver nuevamente a su hogar en el corto plazo, considerando que desde su círculo cercano recalcaron que fue una medida de precaución.

Nueva función

En las horas que alcanzó a estar en su casa, Cristóbal Campos, asumió su nuevo rol en el SAU. La tienda lila se comprometió a extender su contrato y como contó el presidente de Lilas, Guillermo Lee, el portero "estaba trabajando por el SAU".

Ese día estuvieron en contacto. "Fue una llamada de tres horas y 20 minutos. Primero hablamos de la vida. Le dije ahora tengo un hijo mayor jajajá. Cristóbal tenía agendadas reuniones. Se integró a la gerencia deportiva del club. Cuando dije que iba a tener contrato de por vida no era para la prensa. Lleva dos semanas desempeñando esas funciones", expresó Lee en conversación con LUN.

"Nos está ayudando en la formación del plantel 2025. Dirigía las reuniones con distintos jugadores. Teníamos una reunión desde las 14 a las 17 y le propuse suspenderlas para que se acomodara en su casa este viernes. Pero dijo que no. Mientras más piense en fútbol va a ser mejor para él", detalló Lee.

2 de septiembre el arquero lila chocó en la ruta 78, a la altura de Talagante.

Una clasificación a la final de la Copa Chile como le gusta a sus hinchas consiguió anoche la Universidad de Chile, que venció a por 1-0 a Coquimbo Unido ante 35 mil personas en el Estadio Nacional. El tanto vino de los pies de su delantero más resistido: Luciano Pons.

El formado en Argentino de Rosario anotó a los 89 minutos, cuando cazó el desvío de un centro lanzado por Lucas Assadi desde la izquierda. El toque con el guante del portero Diego Sánchez le llegó a los pies a Pons, que no tuvo más que empujarla al fondo de las mallas para hacer explotar a sus forofos.

La "U" desniveló de la misma manera en que lo ha hecho en 12 de los 47 partidos que ha disputado esta temporada. Pons había ingresado poco antes por el defensor Emmanuel Ojeda.

"De tanto insistir, quizás con un delantero más y un central menos, llegó el triunfo. Fue justo", dijo el DT azul, Gustavo Álvarez.

En medio de la celebración, Marcelo Díaz y Dylan Glady se palabrearon y comenzó una trifulca que sacó de sus casillas al delantero coquimbano Andrés Chávez, quien le lanzó un manotazo a Franco Calderón. El árbitro Mathias Calderón expulsó al exBoca Junior, quien se enfrentó a todos y se negaba incluso a salir del césped.

A los 103 minutos el réferi tocó el pitazo final y Pons alzó los brazos al cielo, agradeciendo que metió a un equipo que no jugaba una final de Copa Chile desde el torneo de 2019, cuando cayó ante Colo Colo.