Ignacio Arriagada M.
Que las mascotas gocen de una buena salud es, en gran medida, responsabilidad de sus cuidadores. Y para alcanzar ese bienestar se requiere de cuidados esenciales, como llevarlos periódicamente a una clínica veterinaria para que les hagan exámenes.
Actualmente, es grande la lista de chequeos de salud a los que son sometidos tanto gatos como perro. Pero, ¿para qué sirven, cómo se toman y cuáles son esenciales?
"En la medicina veterinaria existe una gran diversidad de exámenes complementarios. Por ejemplo, existen exámenes de sangre, de orina, de fecas, también se puedes hacer estudios de imagenología, que incluye a las radiografías, las ecografías, electrocardiogramas, endoscopías e incluso TAC, resonancia magnética... aunque estos dos últimos no se encuentran disponibles en todas las regiones. También se pueden hacer biopsias de distintas muestras: tejidos, piel, mucosa, etc.", detalla a este medio Pablo Gómez, médico veterinario y académico de la Universidad San Sebastián (USS).
Prevención
Hacerle exámenes a las mascotas con cierta periodicidad tiene muchos beneficios. Uno de ellos es saber cómo se está desempeñando el organismo del animal y si existe algún problema. Obtener esta información de manera anticipada sirve para iniciar tratamientos efectivos y menos invasivos.
"Con los exámenes se pueden evaluar las funciones de los distintos órganos: sistema circulatorio, renal, digestivo, entre otros. Y además te muestran estructuras: a lo mejor un sistema está funcionando bien todavía, pero se presentan daños estructurales de forma, de tamaño, de densidad y eso también está indicando que puede haber un problema", explica Gómez.
Si bien es importante que los animales de compañía sean sometidos a chequeos de salud, el especialista sostiene que la frecuencia va a depender de cada paciente.
"Se debe tomar en cuenta su edad, si tiene enfermedades de base, su raza o tamaño, ya que existen ciertas enfermedades que son predisponentes a estos factores. En el caso de que un perro o gato no tenga predisposición a enfermedades, puede que pase uno o dos años de su edad adulta sin ninguna enfermedad. Al contrario, si un paciente ya cuenta con alguno de estos rasgos o ha tenido anteriormente alguna enfermedad, entonces el veterinario podría recomendar una revisión cada seis meses o cada un año, pero depende del caso ya que no existe un estándar. Ahora bien, cuando tenemos a pacientes de edad más avanzada, ahí sí se recomienda que sean aún más periódicos, justamente para prevenir cualquier tipo de trastorno y, por ende, reciba un tratamiento más efectivo y su diagnóstico mejore", plantea.
Respecto a los exámenes que más se solicitan, el médico veterinario dice que son "los de sangre y de orina", puesto que "permiten evaluar muchos sistemas. Además, son más económicos en cuanto a costo, son rápidos los resultados y se suelen utilizar para hacer una evaluación general y global de la mascota".