El "rockero" que deslumbraba con su guitarra eléctrica en el centro de San Antonio
Con talento y mucho sacrificio, Matías Francino continúa dedicado exclusivamente a la música, con la misma pasión que lo hacía cuando tocaba en calle Centenario. Aquí cuenta los hitos y desafíos de su carrera artística.
Cuando Matías Francino (38) llegaba con su amplificador, una guitarra eléctrica y con todo su estilo rockero hasta los poros, con el pelo largo, chaqueta de cuero, pantalones negros y bototos, la gente que pasaba por su lado observaba asombrada la pasión y la energía con que sacaba las notas de cada cuerda del instrumento.
Además, el artista local fue guitarrista y vocalista durante varios años de la legendaria banda Lluvia Fúnebre, hasta que en 2011 se disolvió y Francino inició su carrera como solista, lanzando un año después su primer álbum llamado "Música, poeira e asfalto".
Con el paso del tiempo y con varios otros discos grabados, algunos con la participación de otras bandas, logró uno de sus más importantes hitos: realizar una gira por Brasil, la que incluyó presentaciones en ciudades como Porto Alegre, Sao Paulo, Belo Horizonte y Río de Janeiro, tocando en diferentes festivales y grabando como invitado para otros artistas.
Ha pasado una década desde que se hizo conocido al convertir las calles de San Antonio en su escenario al aire libre y este placillano, cuenta en esta entrevista que no ha abandonado su pasión y la música sigue siendo parte de su día a día.
-Matías ¿cómo conociste el rock?
-Siempre estuve influenciado por varias personas que escuchaban rock, en mi familia, mis amigos, no fue algo con lo que no estuviera familiarizado antes de tocar la guitarra. Escuchaba bandas como Led Zeppelin, Queen, The Beatles y U2, entonces tuve referentes musicales. Me interesaba aprender a tocar de todo, pero terminé especializándome más en la guitarra.
-¿A qué edad te conquistó la guitarra?
-Empecé a tocar la guitarra a los 10 años. Soy zurdo y aprendí primero a tocar por el lado diestro. Después vi a Jimmy Hendrix y a Paul McCartney y me di cuenta de que eran zurdos y ahí comencé a tocar para mi lado como correspondía. Me demoré como un año y medio en acomodarme bien porque tuve que cambiar las cuerdas. Se podría decir que empecé a tocar de forma más seria a los 11 años más o menos.
-¿Cómo descubriste que tenías esta vocación artística?
-Primeramente, tocaba con amigos de la escuela, en ese tiempo del colegio Blanco Encalada. En ese entonces no era tan pretencioso como para pensar en tener una banda, eso vino después cuando tuve una invitación, el 2002 creo, para integrarme a Don Nadie, donde estaba Chinoy, que era mi vecino (en Placilla). Él me invitó a tocar un tiempo. No eran muy de mi estilo, porque a mí me gusta más el rock que el punk. Ahí tocaba con otros chicos que eran Makinaria. Estuve un poco con ellos, hasta que luego tuve un proyecto que se podría decir que era más sólido: Lluvia Fúnebre, con esa banda empecé a entender un poco más cómo funcionaba el circuito musical.
-¿Hay alguna etapa que sea más importante en lo artístico para ti?
-No podría decir una fase de tal año, porque siempre fui cumpliendo ciertos hitos. Por ejemplo, haber salido al extranjero con Lluvia Fúnebre a una gira para presentar el primer disco. Fuimos a Brasil y Argentina, lo que en mi caso me ayudó a profesionalizar más el tema como músico, viéndolo más como un trabajo que tocar sólo los fines de semana y tener que volver el lunes a la vida cotidiana. Después comencé mi carrera solista, lo que he podido mantener más tiempo.
-¿Cómo surgió esa gira internacional?
-Con el tiempo las cosas van cambiando. Antes había que mandar demos (grabaciones de canciones) ya fuera a revistas especializadas en estos estilos musicales o a radios, en cambio ahora las redes sociales te abren el mundo. Una vez una radio pasó una de mis canciones y una persona se interesó. Nos preguntó si estábamos grabando un disco o si teníamos uno. Le dijimos que estábamos grabando uno y así se dio la posibilidad de promocionar el trabajo. Obviamente tuvimos que conseguir fondos para viajar, no era tan simple porque era una banda, que es como una familia, no es igual que viajar solo. La parte del proceso para mostrar lo que hacen es la que no se ve y es la más difícil para las bandas emergentes si no tiene representante o algo así, cuesta mucho más.
-Hace varios años tocabas en el centro, ¿cómo fue esa experiencia?
-Sí, creo que en 2014 fue esa época en que toqué en las calles para presentar unas propuestas diferentes. Varios chicos se acercaban a hablarme y se motivaron a tocar guitarra lo que tiene un cierto valor, porque yo también fui así, veía un músico tocando y decía wow, me gustaría llegar a tocar así.
-¿Te pedían consejos para tocar rock?
-Yo toco rock pero sé tocar varios estilos musicales, entonces en ese sentido me preguntaban qué opinaba de tal guitarrista, cómo podían mejorar algo en interpretación, eran cosas que podían buscar en YouTube, pero preferían preguntarme a mí y me consultaron en algunas oportunidades si hacía clases de guitarra, cuáles eran mis influencias y qué estilo me gustaba además del rock porque veían que interpretaba canciones que no necesariamente eran de artistas de rock, había cosas de soul, blues, incluso pop de los años 60, lo que les parecía interesante. Lo más importante era intercambiar ideas, muy en buena onda. Una vez una niña me contó que quería tocar guitarra y la familia no la apoyaba mucho.
-¿En tu caso tuviste apoyo de tu familia?
-Por parte de mi mamá sí, y mi papá no vive aquí entonces creo que le daba lo mismo. Al comienzo existió cierto prejuicio, pero hoy ya no lo ven con ese susto de lo improbable que es el arte. Soy autodidacta en parte, pero aprendí con varios músicos que no necesariamente son guitarristas. Tuve un profesor que era saxofonista cuando era pequeño y estaba recién aprendiendo y con personas que tocaban otros instrumentos, pero que tenían conocimientos de guitarra. Siempre fui adquiriendo ciertas influencias externas de diferentes músicos.
-¿El rock es el género musical que más te gusta?
-Para componer sí, pero me gustan muchos estilos, de hecho, muchos de los que toco en el trabajo realmente me gustan. No es algo que toque por obligación, en ese caso tocaría cumbias (ríe con ganas), pero no llego a ese punto todavía por dinero.
Otros estilos
Pese a que Matías Francino se hizo conocido por dedicarse al rock, confiesa que hoy parte de su trabajo va enfocado a otros estilos.
-¿A qué te dedicas actualmente?
-Sigo tocando, ahora lo hago en todo el Litoral Central y también me he dedicado a hacer grabaciones para otros artistas principalmente del extranjero. En estos días me encuentro grabando mi próximo disco. Estoy difundiendo lo que hago en mi canal de YouTube y en Instagram (@matiasfrancino) porque en mi página de Facebook subo memes nomás (sonríe). Cuando son publicaciones importantes se anuncian.
-Aparte de lo artístico, ¿trabajas en otra área?
-No, trabajo como músico en un restorán en Algarrobo hace cuatro años, además lo hago en una pizzería y en una cafetería. En el restorán estoy a la hora de almuerzo, en el atardecer me llaman de la cafetería y en la noche toco en la pizzería.
-¿Qué tipo de música tocas en los locales?
-Diferente. Por ejemplo, a la hora de almuerzo es más música anglo, versiones de Phil Collins, Bee Gees, Santana, Tears for Fears, es bien variado. En la tarde ya es otra onda, depende del público que haya, si son adultos mayores, les gusta la música de los 60 ó 70 y en la noche podemos tocar cosas más roqueras y algunas de las canciones de mi autoría. Este año estuve tocando en Brasil. Estaba pendiente la presentación de un disco que saqué en 2021 cuando estábamos en pandemia. Lo lanzamos por streaming, pero no es lo mismo.
-¿Cuál es tu meta personal?
-Más que tener metas gigantes me gusta tener objetivos que pueda cumplirlos para pasar a otro nivel. En este momento estoy bastante enfocado en poder materializar lo que es mi trabajo, como es este disco, para poder conseguir cosas mayores porque cuando comencé con la banda no tenía pensado ir a Brasil o Argentina, pero hacía algo para lograr una cosa mayor. Uno como músico siempre busca un reconocimiento por lo que ha hecho y por lo que toca. Hace poco me escribió un chico de otra ciudad y me contó que me había visto tocar y se motivó a hacer música. Es genial dejar un pequeño legado.
"Empecé a tocar la guitarra a los 10 años. Soy zurdo y aprendí primero a tocar por el lado diestro",
Matías Francisco
"Más que tener metas gigantes me gusta tener objetivos que pueda cumplirlos para pasar a otro nivel",
Matías Francino,, músico y compositor