Violento malabarista protagoniza ataques y causa temor en céntrico cruce vehicular
Automovilistas y comerciantes han sufrido ataques violentos protagonizados por un hombre que deambula en cruce de Algarrobo.
En el corazón del Litoral Central, donde la tranquilidad de Algarrobo suele teñirse con el aroma del mar y la brisa costera, un escenario de violencia irracional ha venido perturbando la calma. En la entrada a la comuna, un malabarista callejero, al parecer con sus facultades mentales perturbadas, ha convertido un concurrido cruce vehicular en un territorio de ataques súbitos y sin motivo aparente.
Esta semana, el episodio más reciente dejó una estampa inquietante cuando un conductor, atrapado en un semáforo, vio cómo su vehículo se convertía en el blanco de la furia desatada de este sujeto. Las cámaras de seguridad del sector registraron con nitidez el momento en que, sin mediar provocación, el hombre rompió de un puñetazo la ventanilla del piloto, dejando un rastro de vidrios rotos sobre el rostro del chofer.
Acto seguido, como en una danza macabra, descargó patadas contra los espejos laterales del auto, hasta destrozarlos.
Testimonio
"Mi papá pensó que este hombre se acercaba a pedir una moneda, como suele ocurrir. Pero de repente, ¡bam!, le quebró el vidrio del lado del conductor. Después golpeó el espejo con un combo y lo rompió. Mi papá quedó paralizado, lleno de vidrios en la cara, sin entender qué estaba pasando. No hubo palabras, ni provocación, nada", relató a nuestro diario la hija del afectado, al tiempo que pidió no ser identificada por temor a represalias de parte del agresor.
¿Qué dice tu padre de lo que le pasó?
-O sea, en ese momento quedó, no sé, paralizado. No sabía cómo actuar, porque fue muy violento todo, él tenía vidrios en toda la cara, que le costó sacarlos, le costó abrir los ojos. Y otra es que no entendía qué estaba pasando, porque reaccionó así la persona.
El ataque no solo dejó cortes superficiales en la cara del afectado, sino también una profunda sensación de indefensión en la comunidad.
Testigos aseguran que no es la primera vez que este hombre protagoniza actos de violencia, ya que apenas un par de días antes, con las mismas pelotas que utiliza para sus malabares, arremetió contra las vitrinas del local de sushi Bakum, ubicado en la misma esquina.
Una persona que vio el ataque aseguró que el sujeto "llegó sin previo aviso y lanzó las pelotas con fuerza. Rompió dos vidrios del local. No sabíamos si estaba enfurecido con alguien o si simplemente había perdido el control."
Ante las consultas de Diario El Líder desde el local afectado confirmaron el ataque y aseguraron que aunque hicieron la denuncia correspondiente no pasó nada con el agresor que sigue merodeando a diario por el sector.
Comunidad en alerta
El epicentro de estos ataques es un cruce muy concurrido, justo en la entrada a Algarrobo desde San Antonio, donde automovilistas y transeúntes han comenzado a mirar con recelo al malabarista. Aunque se han levantado denuncias por los daños, las acciones legales han quedado en un limbo. Los vecinos temen que este ciclo de agresiones escale hasta un desenlace más trágico.
"Esto no es solo un tema de daños materiales. Es la sensación de inseguridad, de que en cualquier momento este hombre puede desquitarse con alguien más, tal vez con consecuencias peores", comentó un residente, quien también prefirió no revelar su nombre.
En el intertanto las imágenes de los ataques circulan profusamente en las redes sociales, alimentando la inquietud de la comunidad. De hecho, el video con el ataque a este conductor que subió el medio Red Noticias, al cierre de esta edición ya superaba las 62 mil visualizaciones.
Así las cosas, los malabares que solían arrancar sonrisas en este cruce vehicular de Algarrobo se han convertido en una amenaza latente en plena entrada a esta tranquila comuna costera de la provincia de San Antonio.
"Pensó que este hombre se acercaba a pedir una moneda, como suele ocurrir. Pero de repente, ¡bam!, le quebró el vidrio del lado del conductor",
hija de víctima de ataque.