Jesús Farías Silva
David Beiza, un residente de la Villa Génesis en San Antonio, recurrirá a la justicia tras lo que describe como un "trato violento" e "injusto" mientras cumplía con su labor como vocal de mesa en las elecciones del pasado 26 y 27 de octubre. El vecino, quien padece epilepsia crónica, asegura que fue agredido física y verbalmente en el local de votación, ubicado en el colegio Gabriela Mistral de Llolleo.
Relató que llegó al local a las 7.30 de la mañana, cumpliendo con su designación como vocal de mesa. "Yo fui porque me tocó, y lo vi en el Servicio Electoral. Me presenté como correspondía, listo para cumplir con mi deber", relató. Tras esto, y a solicitud de los encargados, se hizo cargo de una mesa distinta.
Sin embargo, los problemas comenzaron cuando solicitó un momento para tomar sus medicamentos y comer algo, ya que hacerlo en ayunas le causa malestar.
"Los compañeros igual me dijeron, come nomás, porque si estás tomando medicamentos, tienes que comer algo", recordó. Pero una supervisora no reaccionó de la misma manera. "Esta señorita llegó sin dialogar, nada. Me trató como un enfermo, como si estuviera drogándome, y me echó los militares", denunció.
El episodio escaló rápidamente. Según el relato de Beiza, fue sometido a un procedimiento violento por parte de personal militar, quienes, asegura, lo trataron de manera desproporcionada. "Me hicieron una llave en las manos, me pegaron en las piernas e intentaron derrotarme al suelo. Yo peso 120 kilos, así que les costó, pero el trato fue bruto", afirmó.
Lo que más lo indignó fue la reacción posterior. "Los carabineros estaban cagados de risa. Me decían que era tonto lo que habían hecho los militares, porque si yo no quisiera ir a presentarme, no me levanto a las 7 de la mañana para ir allá", señaló en conversación con Diario El Líder de San Antonio.
Dijo que fue liberado cerca de las 3 de la mañana del día siguiente, después de que el fiscal revisara su situación. "Salí con pena, llorando, porque todo fue tan injusto. Tengo tres hijos y perdí un día entero sin poder trabajar, solo por intentar cumplir con mi deber como vocal de mesa", lamentó.
Cuenta que padece epilepsia crónica, una condición que desarrolló tras un asalto violento que lo dejó en coma por siete meses cuando tenía apenas 20 años, en Santiago. "No tenía epilepsia antes. Me asaltaron, me golpearon en la cabeza y quedé en coma. Las secuelas llegaron después, y ahora tomo medicamentos de por vida", explicó.
Beiza lamenta que su condición no haya sido considerada en ningún momento. "Yo tengo todos mis papeles médicos, todo está documentado, pero me trataron como si no tuviera derechos", dijo con indignación.
Demanda
Tras lo ocurrido, está decidido a presentar una demanda civil por los malos tratos sufridos. "Los carabineros mismos me dijeron que hiciera una demanda y presentara mis papeles médicos en el juzgado. Eso voy a hacer, porque esto no puede quedar así", aseguró.
Para Beiza, el problema va más allá de lo personal. "Yo no estoy en contra de ser vocal de mesa, pero esto no puede pasarle a nadie más. Solo quiero que se respeten mis derechos como persona discapacitada. Yo fui porque me tocó, no porque quisiera perder el tiempo", concluyó.
En la segunda vuelta de gobernadores del 24 de noviembre se presentó nuevamente como vocal de mesa y no tuvo problemas.