Tras 11 años de fuga capturan a ladrón que aterrorizó casas de veraneo en Cartagena
El detenido, conocido por su audacia y apodado en el mundo del hampa como "Patocaballo", fue sorprendido por la SIP de Carabineros y ahora deberá enfrentar a la justicia por una serie de delitos que cometió.
Corría el año 2013 en la costera comuna de Cartagena, cuando una serie de robos a casas de veraneo en los sectores de Santa Elisa y Caupolicán encendieron las alarmas de vecinos y autoridades.
En ese entonces los residentes, que solían abandonar sus inmuebles durante los meses de invierno, regresaban en verano solo para encontrarse con puertas forzadas, pertenencias desaparecidas y el eco de un delito que parecía no tener rostro.
De acuerdo con los registros policiales, durante varios meses del año 2012 y 2013 diversas casas, principalmente residencias de veraneo, de los sectores Santa Elisa y el barrio Caupolicán, fueron saqueadas de manera impune, dejando a los propietarios con la desagradable sensación de la seguridad perdida.
Así las denuncias de los afectados se fueron acumulando, tanto como las sospechas sobre el origen de los ataques que comenzaron a apuntar a un conocido del sector, un delincuente habitual, que ya estaba en la mira de los carabineros.
Fue entonces que la Sección de Investigación Policial (SIP) de la Segunda Comisaría de Carabineros tomó las riendas del caso.
La primera captura
A través de minuciosas diligencias, los efectivos lograron identificar al autor material de los robos.
El clímax de la operación llegó una tarde, cuando los carabineros sorprendieron al sujeto identificado como P.H.R.B., alias el "Patocaballo", en esa época de 24 años, en pleno acto delictivo en una vivienda de la población Santa Elisa del balneario popular.
El avezado delincuente había apilado varias especies y se disponía a retirarlas de la propiedad, pero su audacia no fue suficiente, ya que al advertir la presencia policial, el "Patocaballo" intentó una desesperada huida, lanzándose en un inútil escape rumbo hacia una quebrada cercana donde fue asediado por los funcionarios policiales que no le perdieron el rastro.
La persecución fue breve pero intensa, culminando con la captura del sospechoso.
En ese entonces y tras su arresto, el detenido, un joven veinteañero enfrentó cargos por "robo en lugar habitado" y fue puesto a disposición del Tribunal de Garantía de San Antonio.
Sin embargo, el destino de este audaz ladrón dio un giro inesperado. Durante el juicio de 2013, y tras quedar sujeto a medidas cautelares, el imputado no se presentó a la lectura de su sentencia, pasando a engrosar la lista de prófugos de la justicia. Así inició una fuga que se extendería por más de una década.
Paciencia y astucia
El reloj marcó 11 años de búsqueda incansable cuando, el pasado fin de semana, funcionarios de la SIP decidieron cerrar este capítulo. A través de fuentes confidenciales, los efectivos obtuvieron una pista clave: P.H.R.B., ahora de 35 años, había regresado a Cartagena y se encontraba en el sector de Caupolicán.
Con ese dato, los efectivos de la SIP, discretamente, montaron una vigilancia que exigió paciencia y pericia.
Fue así como en circunstancias que el sospechoso salió de la casa de sus padres, con su apariencia física, cuidadosamente alterada durante los años de fuga, no logró engañar a los experimentados policías y en un operativo tan rápido como certero, lograron detenerlo sin dar espacio a otra escapatoria.
Ahora el "Patocaballo" enfrenta el peso de sus acciones y tras su arresto fue trasladado a la cárcel de San Antonio, donde deberá rendir cuentas por los delitos cometidos.
La audacia que lo mantuvo libre durante más de una década fue eclipsada por la perseverancia y sagacidad de los efectivos de la SIP, quienes demostraron que el tiempo puede ser un aliado cuando la justicia está en juego.
35 años tiene actualmente el detenido, que se encontraba prófugo tras haber sido condenado cuando tenía 24.