Cambios en el hospital
En cada cambio de gobierno, es común que las reparticiones públicas experimenten movimientos de personal. Los funcionarios que ingresaron bajo un gobierno suelen asumir que serán desvinculados cuando llegue un gobernante de otro sector político. Sin embargo, en el caso del hospital Claudio Vicuña, este fenómeno no responde a un cambio de gobierno. A pesar de que el director saliente contaba con el apoyo del Partido Radical y la actual directora es cercana al Partido Comunista, ambos pertenecen al mismo conglomerado. Entonces, ¿a qué se deben estos despidos recientes? La explicación radica en el estilo de liderazgo personalista, autoritario y de puertas cerradas de la directora Loreto Maturana, quien parece priorizar rodearse de "gente incondicional".
Este enfoque ha llevado a que los cargos mejor remunerados del nuevo hospital sean ocupados por profesionales de Santiago o Valparaíso de su exclusiva confianza, sin que mediara un concurso público. Aunque algunos de ellos son competentes, otros no cumplen con el nivel requerido para los cargos que asumieron. Peor aún, desplazaron a funcionarios locales con años de experiencia y mayores competencias, quienes ahora deben actuar como "consultores" para que el trabajo salga adelante. El dicho popular "nadie sabe para quién trabaja" nunca tuvo mejor ejemplo. Fue la comunidad organizada, junto a los gremios del hospital, quien luchó durante décadas por un nuevo hospital, con la esperanza de mejorar la salud de los sanantoninos y las condiciones laborales del personal. Hoy, ese sueño se desvanece en manos de autoridades indolentes e insensibles, incapaces de mostrar respeto por la ciudad que los acoge.
Antonio Cartagena Izquierdo
administrador público
sanantonino de corazón