Matías Gatica Lindsay

Tal como han hecho otros funcionarios de La Moneda estas semanas, ayer la vocera de Gobierno, Camila Vallejo, declaró ante la comisión investigadora del Caso Monsalve en la Cámara, donde se sumó a lo planteado por la ministra Carolina Tohá y dijo que la renuncia del exsubsecretario del Interior, imputado por abuso sexual y violación de una subordinada, "pudo haber sido más rápida".

En primera instancia, la vocera aseguró que se enteró de la denuncia el jueves 17 de octubre, mismo día en que renunció Monsalve tras hacerse pública la denuncia.

"Al dirigirme a la oficina del Presidente, éste me informa el detalle de los hechos por todos conocidos entre el martes y ese día, que dada la gravedad y el carácter de la investigación, las decisiones se habían adoptado bajo un curso de acción coordinado entre el Ministerio del Interior y Presidencia", relató.

En ese entonces aseguró que "la salida de Manuel Monsalve era inminente".

A raíz de que el Presidente Boric se enteró de la denuncia el martes 15 de octubre, es decir dos días antes de la salida de Monsalve, Vallejo fue consultada sobre si hubo una demora en su renuncia, a lo que contestó: "Tenemos esa evaluación de que la ejecución pudo haber sido más rápida, por lo tanto no fue perfecta, pero fue correcta, porque la decisión se estaba adoptando desde el primer momento".

La vocera acusó que el exsubsecretario "se aprovechó de la autoridad conferida en un cargo público" y "defraudó la investidura de su cargo y abandonó sus deberes".

En cuanto a la comunicación del Ejecutivo, dijo que "si hay algo que no se puede decir de nuestro Gobierno es que guardamos silencio", pues aseguró que ella respondió preguntas de la prensa "en 32 instancias distintas".

En la sesión hubo un momento en que el ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde, apagó el micrófono de Vallejo para que hablara la diputada PS Daniella Cicardini, lo que molestó al diputado RN Miguel Mellado, quien preside la instancia y le enrostró que "yo estoy dirigiendo la sesión, señor ministro (...) usted no tiene ni velas en este entierro".

Tras la sesión Elizalde lamentó "el tono que se produjo en algún momento, porque finalmente no es a través de agresiones o descalificaciones que se construye una sana convivencia en el Congreso Nacional". Los diputados Diego Ibáñez (FA) y Cicardini fueron más allá y dijeron que interpondrán una moción de censura en su contra para sacarlo de la presidencia de la comisión.

La presidenta de Evópoli, Gloria Hutt, arremetió ayer contra el senador de esa colectividad Luciano Cruz-Coke, quien en la víspera culpó a la exministra por las fallidas elecciones del partido que se frenaron el fin de semana.

Desde inicios del sábado militantes de Evópoli acusaron que no podían sufragarde manera remota por presuntas irregularidades en el sistema, por lo que la votación se extendió hasta el domingo. Sin embargo ese día continuaron los problema de conexión de la empresa de votaciones con el Servicio de Registro Civil e Identificación y de desajustes de la compañía en la distribución de militantes a las mesas de validación, por lo que se volvió a suspender hasta un plazo indefinido.

Tras ello Cruz-Coke, integrante de la lista "Unidad", cuyo candidato es el exdirector de Sence, Juan Manuel Santa Cruz, cuestionó a la postulante de la lista "Mérito" y actual presidenta del partido, Gloria Hutt, por "negligente". "Es la única responsable del fracaso (...) Contrataron la empresa, informaron el padrón y era su deber garantizar la elección".

Hutt respondió ayer a radio Duna que "no es primera vez, y lo lamento mucho, que particularmente el senador Cruz-Coke ha planteado distintas opciones, que a mi juicio, son llegar al control del partido por secretaría y no por el voto popular".

"Yo no puedo ser categórica en esto, pero ha habido intentos antes, por ejemplo, de cambiar al secretario general con mucha insistencia durante los últimos dos años, sin una justificación", dijo Hutt, quien aclaró que ella se abstuvo de conversar con la empresa a cargo del proceso.