"Decir que eres luchador en Japón, es como decir que eres doctor o abogado"
La oriunda de San Antonio logró el domingo su segundo título en el país al lograr el cinturón en parejas junto a Crea.
Jorge Reyes Patuelli
Impulsada por sus sueños, una breve respuesta por Facebook la convenció de dejar Chile y probar suerte en Japón. Benita Elgueta, más conocida como Akari (30), luchadora nacional que hace poco cumplió seis años en Tokio y el pasado fin de semana logró su segundo título en uno de los grandes escenarios de la disciplina en ese país. La oriunda de San Antonio asegura que en un comienzo no le gustaba la lucha libre, ni menos la de la WWE "porque la encontraba como una teleserie". Sin embargo, se enamoró del estilo asiático que ahora la tiene como campeona en parejas junto a su compañera Crea.
En el Korakuen Hall de Tokio, lugar mítico donde entran casi dos mil personas, Akari se dio el lujo de hacer el pin decisivo para que, junto a Crea, con quien lleva luchando a la par por casi cuatro años, vencieran a Leon y Miyuki Takase para lograr el título en parejas de Pure-J. "Fue en un lugar muy mítico e importante. Justo pasó una semana de que yo cumplí seis años de que llegué a Japón. Fueron muchos amigos, gente de la embajada, fue perfecto", dijo Akari a este medio.
Pero la victoria y los aplausos no fueron gratis. La chilena comenzó desde muy pequeña en este mundo de la lucha. Su primer contacto con la disciplina fue en San Antonio, cuando sus hermanas la llevaron con 14 años a un evento en la ciudad. No tenía ganas de ir, pero fue igual. Es que, sorprendentemente, no le gustaba la lucha libre a la actual campeona en Japón. "A mí no me gustaba… ja,ja,ja. Lo que conocía era la WWE y nunca me gustó porque la encontraba como una teleserie. Me dijeron que era distinto, me llevaron y claro, sí era distinto. Era como estilo mexicano. Era de gente que había entrenado con los antiguos 'Titanes del Ring'", contó. Quedó impresionada. Por lo mismo llegó a RALL en 2009, agrupación de lucha de su ciudad, donde partió acompañando a un luchador que se llamaba Súper Hanzo, trascendental en la historia de la chilena, que sorprendía por su estilo ninja. Akari tuvo que buscar una vestimenta parecida y también un nombre. Se metió en internet y lo encontró. Desde ese momento, nunca lo dejó de lado.
Con tan solo 14 años era una de las pocas luchadoras mujeres. "Éramos como dos o tres luchadoras en RALL, no había muchas", recordó la chilena que actualmente pertenece a la promoción japonesa llamada Pure-J.
-¿Recuerdas tu primera lucha?
-Fue en el 2009 en el gimnasio del club Español de San Antonio y fue contra Stephanie Vaquer (actual chilena en WWE). Éramos tan pequeñas ja,ja,ja. Tenía 15 años.
-¿Por qué te fuiste a Japón?-
En Chile la lucha libre es como un hobbie. Súper Hanzo me mostró la lucha japonesa y me dijo que no debía quedarme en Chile, sino que ir a Japón y aprender de cero allá. Pero en realidad mucha gente de mi alrededor me decía que no era buena idea, que tenía que estudiar algo en la universidad, ganar un sueldo. Pero era lo que yo quería. Pensaba 'me gusta mi trabajo, me gusta lo que hago', en ese entonces estaba en una veterinaria como peluquera canina, pero dije 'yo quiero ir a Japón a aprender lucha de cero, eso quiero hacer'. Por eso lo decidí, aunque no supiera nada del idioma, me dio lo mismo porque mi papá me dijo que éramos animales de costumbre, entonces de alguna u otra forma iba a aprender ja,ja,ja.
-¿Qué decía tu familia? ¿Cómo se tomó la noticia?
-Como empecé tan pequeña a hablar de esto, obviamente pensaban que era algo que se me iba a quitar. Un pensamiento de la adolescencia que a uno se le quita cuando madura… pero aquí estamos poh. Con 30 años en Japón, con mi segundo cinturón (el primero fue el Princess of Pro-Wrestling Championship en 2021). Spoiler: nunca se me quitó ja,ja,ja. Mi papá que falleció en el 2009, me decía que lo importante era hacer lo que a uno le gustara y luchar por sus sueños, mi mamá pensaba más en el futuro, que tenía que estudiar algo que me dejara una carrera o algo así. Pero en realidad nunca confiaron mucho en esto de la lucha y no los culpo porque en Chile es un hobbie y no se podía pedir mucho.
-¿Te fuiste sola?
-Logré en el 2018, en diciembre, venirme a Japón. En agosto de ese año le mandé un mensaje por Facebook a la que ahora es mi jefa (la luchadora Comando Bolshoi), que yo quería ir, que qué tenía que hacer. Me dijo que 'era bienvenida' y eso fue todo. Yo me agarré de eso, compré los pasajes y cuando iba saliendo de Chile le mandé la foto con las maletas 'voy saliendo. Llego en dos días a Japón', le dije. Cuando hago la escala en EE.UU. ella me dice '¿de verdad que vienes? Te puedes quedar el primer día en el hotel y al otro día ven al dojo (gimnasio) para que te presentes'. Yo fui sola a Japón, nunca había salido de Chile. Lo que más conozco al norte es Valparaíso y al sur Curicó. No conozco nada. Primera vez que salía, no sabía hablar inglés, ni japonés, nada. Uy, fue muy irresponsable ja,ja,ja.
-Muchos chilenos quieren vivir de esto. ¿Lo lograste?
-Mi trabajo en Japón es la lucha. Podría tener otro, pero por el momento ese ha sido mi trabajo. Vivo de esto, vivo sola y todo. Acá es algo muy profesional. Decir que eres luchadora es como 'guau', equivale a decir que eres doctor o abogado. En Chile todavía está en pañales. Tendrían que cambiar muchas cosas para que la lucha sea profesional o pagada.
"Nunca había salido de Chile. Lo que más conozco al norte es Valparaíso y al sur Curicó. No sabía ni inglés ni japonés".