Nicolás Labra G.

Se acabó la espera. Gary Medel apareció ayer, pasado el mediodía, por las nuevas instalaciones del Claro Arena -el remodelado San Carlos de Apoquindo que todavía sigue con trabajos- vestido de riguroso blanco y acompañado de Juan Tagle, presidente de Cruzados, y el gerente deportivo José María Buljubasich para firmar, ahora sí, su esperado retorno a la Universidad Católica después de dejar el club a mediados de 2009, cuando fue vendido a Boca Juniors.

Era un regreso que se alargó más de lo esperado, pero donde el "Pitbull" reconoció factores emocionales como para concretarlo ahora después de un amargo segundo paso por los Xeneizes, donde apenas disputó 13 partidos entre la Liga Profesional, la Copa Sudamericana y la Copa Argentina.

"Tenía muchas ganas de venir a Católica, estuvimos siempre en contacto. Estaba jugando poco, no me sentía feliz, entonces necesitaba volver a encontrarme conmigo mismo, tratar de encontrarle alegría al fútbol", confesó el volante de 37 años, quien antes de firmar por Boca a mediados de 2024 ya había conversado con Cruzados para su retorno.

"No me sentía bien... eso fue lo que pasó, estoy agradecido siempre con Boca porque me trataron bien, Juan Román (Riquelme), la dirigencia y mis compañeros". Sobre su momento actual, el bicampeón de América explicó cómo llega, falto de juego, pero dispuesto a todo, siempre en su estilo.

"El Gary Medel que vuelve es un hombre con muchos más años, vengo jugando poco, tengo que empezar a agarrar ritmo. Puedo jugar en tres posiciones, estoy preparado y a disposición del profesor", comentó.

Generacion dorada

El volante también alabó el rendimiento que han presentado otras figuras de la Generación Dorada en su retorno al país. "Me siento afortunado de tener compañeros que juegan en los equipos rivales como Arturo (Vidal), como Charles (Aránguiz), como Marcelo (Díaz), que todavía están en gran nivel y lo demostraron".

En última instancia, no quiso polémicas y confirmó que el capitán es Fernando Zampedri: "Aquí ya tenemos un capitán que es Fernando (Zampedri). Obviamente que lo vengo a apoyar, darle un aporte a él y a mis compañeros que están liderando".

El italiano Jannik Sinner (1° de la ATP) mantuvo una hora en vilo a los organizadores del Australian Open, primer Grand Slam del año, al dejar su propio juego a merced del australiano Tristan Schoolkate (173°), un tenista perdido en la clasificación, sin títulos, invitado al torneo, pero que desplegó unos golpes sobresalientes antes de ceder por 4-6, 6-4, 6-1 y 6-3.

Sinner se encontró ante una de las peores situaciones posibles para un favorito: un rival local, pleno de confianza tras haber superado la primera ronda, sin nada que perder y con ganas de disfrutar de su gran noche en la pista central del Melbourne Park.

Para el italiano, quedaba la presión de sujetar sobre los hombros el número uno y la defensa del título. El primer set se le escapó sin que pudiera sacar sus mejores golpes de la funda de la raqueta. El 6-1 del tercer set fue el preludio del 6-3 en el definitivo.

En tanto, ni siquiera tras perder el primer set se dejó impresionar Lorenzo Sonego (55°) que venció al brasileño Joao Fonseca (112°), estrella emergente pero que, con las fuerzas al límite, cayó por 6-7 (6), 6-3, 6-1, 3-6 y 6-3. En tanto, el estadounidense Learner Tien (121°) dio la gran sorpresa al eliminar al ruso Daniil Medvedev (5°) por 6-3, 7-6 (4), 6-7 (8), 1-6, 7-6 (10-7).

El entrenador de O'Higgins de Rancagua, Francisco Meneghini, fue víctima ayer de un robo en Santiago cuando conducía su vehículo. Según lo informado por el club, "Paqui" salió ileso producto de una encerrona al momento en que iba camino al club junto a su hijo. Los desconocidos lo despojaron del auto y sus objetos de valor, y posteriormente, fue ayudado por Carabineros y llegó hasta el Monasterio Celeste.

"El club de manera inmediata dispuso todas sus herramientas legales y de apoyo para superar esta situación que afecta a nuestro director técnico", informaron desde O'Higgins.