Cansados de la basura: vecinos de Malvilla organizaron limpieza en acceso al poblado
Un grupo de residentes recogió los desechos dejados por los camioneros en la entrada al caserío. Pese a las labores, los desperdicios volvieron a acumularse, por lo que los pobladores repetirán el operativo este domingo.
El poblado de Malvilla, un rincón rural del puerto de San Antonio, yace oculto a un costado de la Ruta 78, rodeado por caminos polvorientos que cruzan las faenas extraportuarias. Allí, donde los cerros se juntan en torno al estero y la línea férrea, viven unas 250 personas, distribuidas en unas 80 familias, que comparten el desafío de mantener su identidad en medio del bullicio industrial.
Sin embargo, el acceso a Malvilla, ese primer vistazo que debería dar la bienvenida a su tranquilidad, se ha convertido en un desolador escenario de suciedad y abandono.
Durante años, los camioneros que transitan por el sector, aguardando su turno para cargar o descargar contenedores, han dejado un rastro de desechos que hiere el paisaje. Botellas llenas de orina, restos de comida y bolsas de basura marcan el camino como cicatrices, reflejo de una convivencia que no logra armonizarse.
La situación llegó a un punto insostenible y un grupo de 11 vecinos decidió pasar de la queja a la acción. Con guantes donados, bolsas recolectadas y un ímpetu nacido de la necesidad, se propusieron limpiar la entrada al poblado.
"Todo esto tiene que ver con el aumento de la suciedad que iba creciendo, porque donde ven que hay basura, la gente viene y bota más. Por eso nos organizamos. A las 9 de la mañana partimos y terminamos alrededor de las 2 de la tarde. Fue agotador, pero valió la pena", relató a nuestro diario Maritza Escobar, una de las vecinas que participó del operativo vecinal de limpieza.
El despliegue de los pobladores de Malvilla no solo consistió en recoger desechos, también fue un acto de resistencia y de amor propio.
"Es que da pena y vergüenza recibir visitas con esta entrada llena de basura, porque antes no era así. Nuestro pueblo merece más respeto", confesó Maritza con un tono de preocupación por la falta de convivencia sana de la actividad industrial con el poblado.
Sin embargo, la tarea no terminó ahí. Apenas cuatro días después de la limpieza, los mismos desechos volvieron a aparecer. "Ya hay botellas de orina botadas, papeles y bolsas", lamentó la vecina.
Pero la frustración no ha vencido su voluntad, ya que este domingo, los vecinos volverán a reunirse para limpiar lo que falta y, ojalá, buscar soluciones más permanentes.
"Nos hacemos cargo de nuestro entorno porque toda esta suciedad está en la puerta de entrada a nuestras casas, pero falta que los señores transportistas se sumen y no ensucien, que respeten este lugar donde vivimos muchas familias", enfatizó Maritza Escobar.
"Es que da pena y vergüenza recibir visitas con esta entrada llena de basura, porque antes no era así. Nuestro pueblo merece más respeto",
Maritza Escobar,, vecina de Malvilla
11 vecinos conformaron la patrulla que se hizo cargo de la limpieza del camino de acceso al poblado de Malvilla.