Bienestar
La felicidad no está en el éxito o el consumo, sino en lo esencial: relaciones, propósito y gratitud.
Felicidad: ¿espejismo o un camino?
Cada 20 de marzo, el mundo celebra el Día Internacional de la Felicidad, una fecha impulsada por la ONU para recordarnos que el bienestar es un derecho humano. No es casualidad que la Fundación Mundial de la Felicidad y numerosos estudios hayan demostrado que una sociedad más feliz es también más próspera y equitativa. En países como Estados Unidos y varias naciones europeas, este paradigma ya es parte central de políticas públicas y cultura organizacional, priorizando la calidad de vida sobre el mero crecimiento económico.
Sin embargo, ¿qué entendemos por felicidad? En un mundo obsesionado con la productividad y la acumulación de bienes, solemos confundir la felicidad con el éxito laboral o el consumo. Es la felicidad ilusoria, aquella que depende de logros externos y que, como arena entre los dedos, se escapa con cada nueva meta alcanzada.
La felicidad real, en cambio, está en lo esencial: vínculos saludables, conexión con nuestra esencia y el propósito de vida. Es el bienestar que no fluctúa con las circunstancias, sino que se construye en el día a día, en la gratitud, la empatía y el sentido de comunidad.
Pero, ¿cómo podemos cultivar esa felicidad profunda y duradera? Algunos hábitos pueden ayudarnos en este camino:
-Practicar la gratitud: Apreciar lo que tenemos en lugar de enfocarnos en lo que falta nos da una perspectiva más plena.
-Cuidar nuestras relaciones: El amor y la amistad auténtica son fuentes inagotables de bienestar. Dedicar tiempo a quienes nos importan fortalece nuestro equilibrio emocional.
-Alimentarnos bien y cuidar nuestro cuerpo: Una buena salud es la base del bienestar emocional. La comida natural, el ejercicio y el descanso son fundamentales.
-Conectar con nuestro propósito: Hacer lo que amamos y sentir que nuestra vida tiene significado nos llena de satisfacción genuina.
-Practicar el amor propio: Tratarse con amabilidad, respetar los propios tiempos y necesidades es clave para una vida más serena y feliz.
En un mundo que nos empuja a buscar siempre más, tal vez el secreto de la felicidad esté en aprender a valorar lo que ya tenemos. Hoy es un buen día para empezar.
Denise Dutrey
@denise_saludybienestar
