Presidio perpetuo para falso chofer de Uber que asaltó y violó a pasajero
Tras un juicio que destacó por la fuerza de los testimonios y la contundente investigación de la fiscalía el condenado deberá cumplir la sentencia de manera efectiva.
"Se condena al acusado Paolo Adrián Carrasco Villalobos (…) a la pena de presidio perpetuo simple, con las accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos, derechos políticos por el tiempo de la vida del penado y sujeción a la vigilancia de la autoridad por el máximo legal".
Con este argumento el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de San Antonio dictó una sentencia que resonó como un eco de justicia en las paredes de la sala. Tras los dos días del juicio oral que se realizó la semana pasada, la mañana de ayer Paolo Adrián Carrasco Villalobos, de 36 años, fue condenado a presidio perpetuo simple por el delito de robo con violación, un crimen que marcó para siempre la vida de un joven de 24 años en la comuna de El Tabo.
El fallo al que tuvo acceso nuestro diario agrega que "dicha condena se impone por su responsabilidad en calidad de autor del delito consumado de robo con violación, perpetrado en perjuicio del afectado (…) el día 13 de mayo de 2024, en la comuna de El Tabo. La pena deberá cumplirse de manera efectiva, abonándose 313 días correspondientes al período que el condenado ha permanecido privado de libertad por esta causa".
La decisión, tomada por los jueces Diego Muñoz Pacheco, Mauricio Aguilar Donoso y Paulina Martínez Meller, cerró un caso que conmocionó a la comunidad.
La sentencia, redactada por la magistrada Paulina Martínez Meller, no dejó lugar a dudas. "La prueba de cargo es bastante clara, sólida y contundente", se lee en el fallo.
El tribunal consideró que el daño causado por el condenado supera con creces el "piso mínimo" del delito, lo que justificó imponer la pena máxima de presidio perpetuo.
Los hechos
La historia policial partió la mañana del 13 de mayo de 2024, en la esquina de las calles El Pangue con Esmeralda en El Tabo, cuando un joven de 24 años, cuya identidad se mantiene en reserva, abordó un Toyota Yaris. El conductor, que se hacía pasar por un chofer de Uber, le aseguró que lo llevaría al centro de la comuna, sin embargo, el viaje tomó un giro siniestro cuando el falso taxista anunció que debía hacer una parada en el sector de El Membrillo para "recoger a otra persona". Allí, en la soledad de un lugar desolado, el conductor sacó una pistola y apuntó a su pasajero.
Lo que siguió fue un acto de violencia que dejó al joven despojado de sus pertenencias y bajo amenazas con un arma, fue obligado a realizar actos sexuales. Luego, el agresor le robó el celular y su billetera, dejando al joven abandonado en un sitio eriazo. Pero en medio del horror, hubo un destello de lucidez, ya que la víctima, con una valentía que merece ser contada, memorizó la patente del vehículo. Esa información se convirtió en la clave para desenmascarar al culpable.
El fiscal Ricardo Méndez, quien representó al Ministerio Público con la investigación de la fiscal Claudia Cancino, destacó la importancia de la prueba testimonial en este caso.
"No había otro tipo de prueba científica, pero el relato de la víctima, corroborado por su pareja y los funcionarios de la PDI, fue contundente", dijo el fiscal.
El abogado agregó que "se estableció más allá de cualquier duda razonable la responsabilidad del condenado. Este es un fallo contundente que, en cierto modo, valora el trabajo de la fiscalía, pero también es muy importante tener mucho respeto por la valentía que tuvo la víctima de contar su verdad, porque pudo haber dicho que era solamente un robo, entonces la condena va también de la mano con la valentía de la víctima que se antepone a lo que va a pasar, recordó la patente del vehículo y estuvo dispuesto a continuar con el proceso".
El condenado deberá cumplir la pena de forma efectiva.
"Este es un fallo contundente que valora el trabajo de la fiscalía, pero también es muy importante tener mucho respeto por la valentía que tuvo la víctima de contar su verdad",
fiscal Ricardo Méndez




